EL REAL MONASTERIO DE SAN LORENZO DE EL ESCORIAL, OCTAVA MARAVILLA DEL MUNDO
El Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, octava maravilla del Mundo
27 julio, 2014 | Por María Jesús Burgueño | Categoría: Madrid | Imprime esta noticia
El Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial es el edificio del siglo XVI mejor documentado de Europa, según consta en Los Libros de entrega de Felipe II. Se trata del primer monumento que se dibuja y graba de forma programada y sistematizada, incluso antes que el propio Vaticano, documentación que se recoge en la Colección de grabados de Perret sobre dibujos de Juan de Herrera. Además, el conjunto escurialense es el primero que cuenta con una interpretación completa histórica, artística, religiosa y cultural según la Crónica del padre Sigüenza.
Fue mandado construir por el rey Felipe II en 1562. La primera piedra se colocó el 23 de abril de 1563, hace ahora 451 años. Apenas veinticinco años después, la obra arquitectónica estaba terminada y las labores decorativas iban por buen camino. Cuando fallece el Rey en 1598, la obra estaba concluida en su práctica totalidad.
Un proceso semejante para un monumento de tan vastas dimensiones, no se volvió a encontrar en toda Europa durante el siglo XVI, lo que posibilitó una unidad de lenguaje artístico, arquitectónico y decorativo sin igual, ya que detrás de este desarrollo se encontraba la voluntad férrea del rey y de un equipo coordinado de artífices. No puede considerarse desde luego obra de un arquitecto, sino fruto de una compleja colaboración en la que destacan dos proyectistas, Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera. Al primero, que había trabajado en el Vaticano como ayudante de Miguel Ángel, le corresponde la disposición de la planta general y la mayor parte de las trazas. Durante el periodo en el que el segundo dirigió las obras se edificó la mayor parte del conjunto, y en ello bastantes partes que no habían sido diseñadas por Toledo. Teniendo en cuenta las numerosas consultas a otros arquitectos italianos y españoles para llegar a las síntesis finales, hay que considerar que la obra de El Escorial es una emanación particularísima del carácter de Felipe II.
Calificado como la octava maravilla del Mundo, el Monasterio de El Escorial, revive con esta exposición uno de los momentos clave del arte en la Europa del Renacimiento, desde la arquitectura, la pintura, la escultura y las artes decorativas. Ejemplo del valor de la imagen artística como expresión de la relaciones entre el poder y la religión en la Europa de la Contrarreforma, las obras, que forman parte de las Colecciones Reales, pueden admirarse dentro del Monumento para el que fueron creadas.
Hasta el 14 de septiembre se puede visitar la exposición “De el Bosco a Tiziano. Arte y maravilla en El Escorial” que ofrece la posibilidad de acceder a espacios no incluidos en el recorrido habitual por tratarse, en algunos casos, de zona de clausura: El Coro de la Basílica; el Claustro Alto; la Sacristía de Capas y el Patio de los Evangelistas. El discurso expositivo se desarrolla a través de espacios emblemáticos del Real Monasterio, se centra en el alhajamiento del edificio y en el papel que cumplieron grandes maestros como El Bosco, Tiziano Vecellio, Michel de Coxcie, Fernández de Navarrete el Mudo, Pantoja de la Cruz y Antonio Moro.
La exposición se desarrolla a lo largo de nueve espacios en los que resalta la disposición de las obras en los lugares para los que fueron concebidas, lo que ofrece al público una visión histórico-artística de un monumento que, aunque concebido como Panteón, Basílica, Palacio y Biblioteca, es uno de los mayores exponentes culturales a nivel mundial.
I) Sala de Honores y Galería.
Espacios:
1º.- Arquitectura y sabiduría.
2º.- Un monumento para la Casa de Austria.
3º.- El Bosco y la pintura flamenca en El Escorial.
Espacios:
1º.- Arquitectura y sabiduría.
2º.- Un monumento para la Casa de Austria.
3º.- El Bosco y la pintura flamenca en El Escorial.
Los dos primeros espacios presentan un monumento fundado por el Rey Felipe II a través de las célebres láminas de las estampas de Perret sobre dibujos del arquitecto Juan de Herrera. También se exponen retratos del monarca y de su padre el Emperador Carlos V, obras de Antonio Moro o Pantoja de la Cruz.
El tercero espacio, denominado “El Bosco y la pintura flamenca en El Escorial” está dedicado al Bosco y los pintores preferidos por del monarca. Incluyen pintura de caballete y las dos maravillosas tablas de El Bosco: Ecce Homo y Cristo camino del Calvario.
II) Galería de Batallas.
Los magníficos frescos de la Galería de Batallas representan diversos episodios bélicos: La batalla de la Higueruela, guerra antigua librada contra los infieles, antecedente de la Batalla de Lepanto; las guerras de Flandes, entre ellas la Victoria de San Quintín (10 de agosto-San Lorenzo) de 1557; y la batalla de las Islas Terceras, ganada por don Álvaro de Bazán para el Rey y exponente de la guerra moderna en el mar.
III) El Coro.
Espacio dedicado a la Música y Liturgia en El Escorial. Aquí la exposición cuenta con una amplia selección de obras dedicadas al culto del Monasterio, conformando un auténtico “estilo escurialense”.
En el Coro de la Basílica, se custodian los libros de canto desde el siglo XVI: Cantorales, Pasionarios y los Libros de Consagración de la Basílica.
Además desde aquí pueden apreciarse los grandes relicarios a ambos lados del altar mayor. El Monasterio fue un auténtico archivo de la Contrarreforma, con su amplísima colección de relicarios, imágenes de santos, libros miniados, pinturas y esculturas.
En el Coro de la Basílica, se custodian los libros de canto desde el siglo XVI: Cantorales, Pasionarios y los Libros de Consagración de la Basílica.
Además desde aquí pueden apreciarse los grandes relicarios a ambos lados del altar mayor. El Monasterio fue un auténtico archivo de la Contrarreforma, con su amplísima colección de relicarios, imágenes de santos, libros miniados, pinturas y esculturas.
El espacio del Claustro Alto situado en el ángulo del convento, desde del Coro hasta la Sacristía de Capas, se exponen los tapices de Michel de Coxcie de la serie “La construcción del Arca de Noé” y el cartón que representa la “Entrada de Noé y los animales en el arca”. Desde este Claustro se puede contemplar, a través de sus ventanas, el Patio de los Evangelistas. Además, dada la proximidad que proporciona la perspectiva, se puede admirar con detalle los frescos de Lucas Jordán de la Escalera Principal.
V) Sacristía de Capas.
En el espacio de la exposición denominado “Arte español para el Monasterio”, los cuadros de santos se despliegan siguiendo la disposición original en el Templo. Además pueden apreciarse los ternos de las Calaveras, de la Vida de Cristo y de San Lorenzo, obras del propio taller de bordados de El Escorial; las piezas están catalogadas como los mejores textiles de la Europa del Renacimiento. Junto a ellos se presentan los libros miniados, a su vez realizados en el taller escurialense (el Antifonario y el Liber Missarum), abiertos por sus miniaturas más exquisitas.
Situada en el centro de la crujía occidental del Claustro, comunica las dos plantas de que consta este recinto. Se trata de una de las primeras y mayores escaleras imperiales construidas en el Renacimiento, con carácter especialmente unitario y de excepcional austeridad decorativa. Los frescos de la bóveda, obra de Lucas Jordán, representa la Gloria de la Monarquía española.
La tipología de la escalera es la denominada “a la imperial” -el arranque tiene dos tramos para llegar al amplio descanso y luego girar sobre sí misma, dividiéndose en dos rampas paralelas, también seccionadas en dos tramos, que terminan en el piso superior-. El proyecto inicial fue encomendado al arquitecto italiano Giambattista Castello “El Bergamasco” (1567), pero la escalera fue construida según los planos de por Juan de Herrera.
Carlos II encargó los frescos de la Escalera al pintor napolitano Lucas Jordán, que siguió las indicaciones iconográficas del Padre Francisco de los Santos. Los temas elegidos “La Batalla de San Quintín” y “La Construcción del Monasterio de San Lorenzo” para el friso, y “La Gloria de la Casa de Austria”.
La bóveda arranca sobre catorce ventanas a cuyos lados están situados ángeles portando blasones con armas del Imperio español. Sobre los lunetos, a modo de medallones imitando pórfido, nuevos temas bélicos, que reflejan el poder militar invencible de la Casa de Austria. En el luneto central de poniente el retrato del Rey Carlos II; y en el lado opuesto, el de Felipe IV.
VII) Iglesia Vieja.
El espacio de la Iglesia Vieja es desde el punto de vista de la exposición está dedicada a Tiziano y la influencia italiana, junto a la escuela flamenca del Bosco y de la española representada por Navarrete, el Mudo.
El Rey Felipe II fue el mayor coleccionista de la obra de Tiziano en la Europa del Renacimiento. En la iglesia Vieja se conservan: El Martirio de San Lorenzo, y la copia de la Sepultura de Cristo y La Adoración de los Reyes.
La serie de tapices denominada Paños de Oro fue una de las pocas que el monarca destinó a El Escorial, formando parte de la decoración de la Iglesia en algunos periodos.
El Rey Felipe II fue el mayor coleccionista de la obra de Tiziano en la Europa del Renacimiento. En la iglesia Vieja se conservan: El Martirio de San Lorenzo, y la copia de la Sepultura de Cristo y La Adoración de los Reyes.
La serie de tapices denominada Paños de Oro fue una de las pocas que el monarca destinó a El Escorial, formando parte de la decoración de la Iglesia en algunos periodos.
El último espacio del recorrido de la exposición “De El Bosco a Tiziano. Arte y maravilla en El Escorial”, creado en torno al Claustro Principal es el Patio de los Evangelistas, una de las grandes piezas arquitectónicas del edifico de Juan de Herrera. Constituye uno de los conjuntos del Monasterio donde la ortodoxia clasicista y vitruviana se sigue con máximo cuidado. El Templete central, obra tardía de Herrera, está decorado con cuatro esculturas San Juan, San Lucas, San Marco y San Mateo, que dan nombre al recinto, de Juan Bautista Monegro. Todo el conjunto está realizado en piedra de granito y su interior está forrado con mármoles y jaspes de diferentes colores. El Padre Sigüenza concibió el Patio como el jardín del Edén del que salen los cuatro ríos: el Pisón, el Tigris, el Eufrates y el Guijón, que riegan los cuatro parterres, entonces conocidos como Asia, África, Europa y América.
Puede decirse que el Rey Felipe II ideó El Escorial como un auténtico Parnaso en el que los mejores artistas de la época actuaron en la decoración y ornato de un Monasterio que además cuenta en su haber con en título de Patrimonio de la Humanidad.
Datos de interés:
“De el Bosco a Tiziano. Arte y Maravilla en El Escorial”
Fechas: desde el 24 de Junio hasta el 14 de Septiembre de 2014.
Lugar: Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial
Calle Juan de Borbón y Battemberg s/n. 28200 San Lorenzo de El Escorial (Madrid)
“De el Bosco a Tiziano. Arte y Maravilla en El Escorial”
Fechas: desde el 24 de Junio hasta el 14 de Septiembre de 2014.
Lugar: Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial
Calle Juan de Borbón y Battemberg s/n. 28200 San Lorenzo de El Escorial (Madrid)
Entrada Tarifa única Palacio + Exposición:Básica: 11 € / Reducida: 6 €
Servicio de información Tel. 902 044 454
Servicio de información Tel. 902 044 454
Comisario de la muestra: Fernando Checa Cremades. Catedrático de Historia del Arte, Universidad Complutense de Madrid.
Organiza: Patrimonio Nacional
Patrocina: Fundación Banco Santander
Organiza: Patrimonio Nacional
Patrocina: Fundación Banco Santander
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ResponderEliminarSOCIEDAD
El Escorial, un laberinto esotérico
El gigantesco monasterio que ordenó levantar Felipe II es mucho más que una mole dibujada con escuadra y cartabón en plena sierra de Guadarrama
04.05.08 - MIGUEL ÁNGEL BARROSO /
SOSTIENE Luis Racionero, superficial viajero (por confesión propia, y como tantos otros) en este laberinto pétreo, que «ni la personalidad enigmática, reticente y esquiva del rey constructor, ni la serena solidez clara de su obra, darían a pensar que El Escorial contuviese símbolos esotéricos o academias herméticas de sabios rozando inesperadas heterodoxias. En este panteón envuelto por un convento, el 'rigor petris'0 es abrumador».
Sin embargo, El Escorial es mucho más que una mole dibujada con escuadra y cartabón bajo la sombra del monte Abantos, en la sierra de Guadarrama. Su aparente frialdad es una impostura. Todo es equívoco a primera vista. Las puertas que parecen entradas principales estaban destinadas a la servidumbre. El atrio que se abre majestuoso al Patio de Reyes se convierte, de pronto, en insólita y angosta entrada, oscura como una cueva, que da acceso a la gran basílica que nunca estuvo abierta al público. El palacio del rey, casi escondido en un extremo del edificio, en realidad se encuentra colocado en el centro de las comunicaciones, como la cabina de un piloto que dirige una nave de gran poder. Porque el monumento fue concebido como un nuevo templo de Salomón para la sabiduría y el gobierno universal. «Tras la imagen del rey austero hay un fondo de esoterismo místico -continúa Racionero-. Es lo último que nos esperábamos de Felipe II».
La leyenda negra
«Para comprender El Escorial hay que meterse en la cabeza y el corazón del rey», asegura Javier Morales Vallejo, autor de 'El símbolo hecho piedra' (editorial Áltera). Según el hispanista George A. Kubler, la leyenda negra inventada en Holanda, Francia e Inglaterra como arma política se extendió y llegó a nosotros porque los propios españoles nos la hemos creído. Morales está de acuerdo. «La imagen que ha hecho fortuna de Felipe II es la de un monarca oscuro y ultracatólico, pero fue un auténtico príncipe del Renacimiento, con una cultura enciclopédica y afán coleccionista, creador de universidades y de hospitales, gran bibliófilo, estudioso de la filosofía neoplatónica del siglo XVI y de la mística de Raimundo Lulio -como Juan de Herrera, que concibió el grandioso concepto arquitectónico de El Escorial-. Tuvo profundas creencias de acuerdo con la generación de místicos españoles de su siglo, a los que conoció y comprendió. Favoreció a San Ignacio de Loyola, hizo liberar de su cárcel a San Juan de la Cruz y protegió a Santa Teresa de Jesús, quien le avisaba de algunas cosas. En aquel tiempo, la religión del rey era la de los súbditos. Eso ocurrió en la Inglaterra anglicana, en la Holanda protestante y en la España católica. A los herejes se les perseguía en todas partes. A lo largo de la historia ha habido otras oportunidades para levantar leyendas negras. Por ejemplo, Napoleón fue el gran agresor, el primer mandatario derrotado por una coalición y juzgado por un tribunal internacional; pero dígale a los franceses que alguien quiere mancillar su prestigio».
Para su investigación, Javier Morales, doctor en Historia del Arte y en Filosofía, que ha dirigido diversos departamentos de Patrimonio Nacional, ha buceado en los escritos de Lulio -filósofo, poeta, místico, teólogo y misionero mallorquín del siglo XIII- que Felipe II leía con avidez y subrayaba, y de Jean L'Hermite -ayuda de cámara del monarca- y otros personajes del 'círculo escurialense', como Fray José de Sigüenza, historiador de la orden Jerónima, bibliotecario y primer cronista del monasterio.
www elideal.com
Datos sobre Juan Bautista de Toledo
ResponderEliminarNació: 01 Enero 1515 | España
Falleció: 10 Mayo 1567
Signo del zodiaco: Capricornio
Biografía de Juan Bautista de Toledo
Fue un arquitecto renacentista español. Especializado en urbanismo e ingeniería militar e hidráulica. Se le conoció en Florencia y Roma como Giovanni Batista de Alfonsis. Se convirtió en el brazo derecho de Miguel Ángel. Es posible que Juan Bautista de Toledo haya trabajado con su pseudónimo mencionado como asistente de Antonio de Sangallo el joven, en la Fortaleza de Basso de Florencia. Asimismo en la Basílica de San Pedro de Roma.
Fue convocado por el virrey Pedro Álvarez de Toledo y Zúñiga, teniendo que viajar a Nápoles para laborar de arquitecto de Carlos V. Se le reconoce su mérito de haber diseñado, restaurado y urbanizado lastrada di Toledo, la iglesia de San Giacomo degli Spagnuoli; además los bastiones del Castel Nuovo; el palacio del Posillipo, entre otras obras.
También se le llamó de parte de Felipe II a Madrid (1559), para trabajar como arquitecto real, con un buen sueldo (220 ducados), para que se encargase de las obras reales. Entre ellas el Monasterio de El Escorial, que fue diseñada como ciudad real, palaciega y monacal. Además participó en otras obras como el Palacio Real de Aranjuez, San Jerónimo el real, Casa de Campo, Alcázar de Toledo, etc.
Juan Bautista le proporcionó al rey la “traza universal”, que eran los planos oficiales del Monasterio. Colocándose la primera piedra de aquella edificación. Además él mismo escribió un epígrafe en que explicaba su autoría en la obra.
Falleció en 1567, sin haber visto culminada su obra. Sin embargo, finalizó La Granjilla de La Fresneda, el Patio de los Evangelistas, así como los claustros menores del Monasterio, entre otras obras. Tuvo como ayudante a Juan de Herrera y luego a Juan Gómez de Mora.
En la Granjilla de La Fresneda participaron también otros arquitectos como Gaspar de Vega y Juan de Herrera. Asimismo los holandeses Petre Janson y Spond, quienes fueron de gran ayuda. Por su parte, Marcos de Cardona se encargó del diseño de los jardines. Sin embargo, se dice que tras la muerte de Juan Bautista, probablemente fue Juanelo Turriano (ingeniero hidráulico de Felipe II), quien habría culminado los acueductos y los estanques de La Granjilla.
Además se encargó del Jardín del Rey del Palacio Real de Aranjuez (a mediados del siglo XVI). Fue un jardín adosado ubicado al sur del palacio, diseñado según el paradigma renacentista italiano, que era secreto y exclusivo. No obstante, fue planificado durante el reinado de Felipe II por el mismísimo Juan Bautista de Toledo, el cual sería edificado desde 1577.
Falleció el 10 de mayo de 1567 en Madrid. Sus restos descansan en la Iglesia de la Santa Cruz, en el Convento de Santo Tomás de los Padres Dominicos.
www.biografias.es
Herrera, Juan de (1530-1593).
ResponderEliminarArquitecto español, nacido en Mobellan, Santander, en 1530 y muerto en Madrid el 15 de enero de 1593. Es uno de los mejores representantes de la arquitectura del Renacimiento español.
Cultivó, como fue frecuente en los grandes figuras renacentistas, las humanidades y las armas. Viajó como soldado a Alemania, Flandes y más tarde a Italia. Era un hombre típicamente renacentista, que se interesó por todas las manifestaciones intelectuales, matemáticas, filosofía, arte, etc. Su espíritu estuvo siempre abierto a las novedades. De sus inquietudes científicas es buena muestra la ilustración del Libro del saber de astronomía de Alfonso X el Sabio, en un ejemplar de Honorato Juan, realizado en 1562. Un año más tarde, realizó sus primeros trabajos de arquitectura junto a Juan Bautista de Toledo, al que ayuda a realizar los proyectos de El Escorial. Poseedor de una vasta cultura, sintió una gran admiración por los clásicos, en especial por la filosofía neoplatónica. Se le atribuye un Discurso sobre la figura cúbica, donde puso de manifiesto sus amplios conocimientos de matemáticas y geometría. En 1567 se hizo cargo de las obras de El Escorial, e intervino directamente en la planimetría de la iglesia, claramente bramantesca, cuyo interior perfila y adorna. La fachada se considera también obra suya, con una gran originalidad en el tratamiento romano de su estructura. Proyectó también la fachada principal del monasterio, donde se muestra la influencia del severo arte de Vignola, y que fue punto de partida para diversas modalidades del primer barroco español. En el mismo monasterio realiza el templete de los Evangelistas de 1590, pabellón abierto y cubierto con cúpula.
Además de en El Escorial, trabaja en la modificación de la fachada principal del Palacio de Carlos V en Granada, así como en el remate del patio. En el Alcázar de Toledo en 1559, realizó la fachada de mediodía, y en esos mismos años da trazas para el Ayuntamiento de Toledo. En 1582, realiza la Lonja de Sevilla y, en 1573, siguiendo los planos de Herrera, se inicia la iglesia y convento de San Francisco en Santo Domingo de la Calzada. En 1576 proyecta y construye la iglesia de Santo Domingo el Antiguo en Toledo, realizado con la albañilería tradicional toledana y con una simple estructura arquitectónica en su interior. Finalmente, en 1585, proyecta la catedral de Valladolid, una de sus mejores obras, que será referencia inmediata para los arquitectos herrerianos, en tránsito entre el clasicismo y el barroco español como Francisco y Juan Gómez de Mora.
Monasterio de El Escorial. Herrera.
Ayuntamiento de Toledo
En este edificio Herrera utiliza el lenguaje clasicista con una gran libertad y corrección; sobre un basamento rústico, al modo de los palacios italianos, superpone dos cuerpos de orden dórico y jónico y dos torres que flanquean el cuerpo central, y en un tercer cuerpo se utiliza el orden corintio.
La Lonja de Sevilla
Es un edificio de planta cuadrangular y dos pisos, realizado por Juan de Mijares, sobre las trazas de Juan de Herrera. En él, Herrera plantea una de sus obras de mayor depuración arquitectónica. La fachada principal se estructura en dos cuerpos, donde se abandona el sistema de superposición de órdenes y la idea de basamento rústico, para articularse un muro a base de pilastras y recuadros apenas resaltados del muro, donde se cobijan los ventanales. El patio interior está inspirado en el del palacio Farnesio, en él utiliza una superposición de medias columnas dóricas y jónicas, como lo había hecho en el patio de los Evangelistas de El Escorial.
www.mcnbiografias.com