viernes, 19 de junio de 2015

El Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela

2 comentarios:

  1. El Concepto del Campo Expandido


    Por RENÉE LAGOS




    “Nada es una obra de arte sin una interpretación que la constituya como tal” sostiene Arthur Danto en “La Transfiguración de un lugar común”.
    Este concepto es aplicable a las teorías sobre el campo expandido desarrolladas por Rosalind Krauss y Lucy Lippard.
    Particularmente hablamos de la libertad del artista-creador para buscar los medios más óptimos y expresivos para elaborar nuevos canales para su discurso y de esta manera alejarse del formalismo.
    Para Lippard la aparición de su obra “Seis días- La desmaterialización del objeto artístico”, trataba de ser una experiencia fragmentaria, una crítica que apuntara a mostrar no decir, para así dejar en manos del espectador la organización de las interrelaciones existentes entre nuevos contenidos.
    La misma trata acerca de algunos límites estéticos abordados por el arte conceptual o arte de la idea, con su premisa de que la idea es mas importante que las referencias visuales. De la misma manera que el minimalismo, antiforma, arte de sistemas, arte de la tierra o el arte procesual.
    Krauss relata la manera en que los géneros como la escultura y la pintura han sido alterados, dilatados, retorcidos en una exhibición extraordinaria de elasticidad, en una forma en que la materia puede expandirse e incluir cualquier elemento para su concepción. Todo es factible puede extenderse sin romperse, en otras palabras sin dejar de ser escultura.
    Esto posibilita la “rotura” o desestimación del límite. Así lo demuestran las obras de finales de los sesenta y principios de los setenta de escultores como, Walter De Mariah, Sol Le Witt, Michael Heiger, Robert Irwin y Bruce Nauman.
    De la misma manera los trabajos realizados por Fluxus, con artistas como Nam June Paik, Yoko Ono, John Cage, George Maciunas . O los realizados por los accionistas como Marina Abramovich, Ana Mendieta, Tania Bruguera entre otros.
    La aparición de la escultura monumental basada en nuevas concepciones tuvieron en Richard Serra uno de sus mejores exponentes, el mismo concibió una obra paradigmática para su época 1968-69, denominada “Castillo de Naipes” compuesta por cuatro planchas de plomo antimonio de 122 x 122 x 2,5 cm, de cuatro toneladas cada precario y delicado equilibrio utilizando las leyes de gravedad para que las pesadas planchas de metal permanezcan en su sitio. Pero a su vez otorga una sensación de fragilidad, como si este Castillo de Naipes fuese a derrumbarse en cualquier momento.
    Señalaremos que este tipo de noción no es nueva, fue realizada por Duchamps, un antecedente al concepto de lo expandido y la hibridación de géneros.
    La verdadera importancia de estos lenguajes es la absoluta libertad creativa y la búsqueda constante de todo tipo de medio expresivo para llevarla a cabo, artistas informalistas como Gary Kuehn, Keith Sonnier, Alice Adams, Louise Bourgeois y el recientemente desaparecido Antonie Tapies, utilizaban todo tipo de nuevos materiales para sus obras como cuerdas, bolsas, caucho, así también sintéticos, plásticos transparentes o látex.
    La obra de Joseph Beuys esta direccionada hacia el arte de acción, seguramente el hecho de ser derribado y herido en la guerra de Crimea, tenga que ver con el hecho de intentar transformar mediante su obra, como una voluntad terapéutica de sanación, mediar simbólicamente entre los distintos aspectos como lo espiritual, lo intuitivo y lo racional. Experimentar con la interacción del hombre y la naturaleza, lo orgánico y lo inorgánico, el principio femenino y el masculino, los elementos, la materia y la antimateria.
    Las creaciones de Beuys persiguen fines moralizadores orientados hacia una sociedad espiritualmente enferma y decadente
    (...)


    generacionabierta.com.ar

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  2. las famosas "nubes acústicas" o "platillos voladores" que cuelgan del techo del Aula Magna de la Ciudad Universitaria de Caracas (Venezuela), un amplio conjunto de edificios diseñado entre 1940 y 1960 por Carlos Raúl Villanueva (1900-1975), probablemente el más importante de los arquitectos del movimiento moderno en aquel país.

    Entre las distintas edificaciones de la CUC, el Aula Magna, inaugurada en 1953, destaca por su extraordinaria capacidad, que permite albergar en su interior a más de 2700 espectadores. Siendo un espacio concebido para usos polivalentes, durante su construcción se analizó cómo podrían resolverse los problemas de acústica que planteaba un edificio de tales dimensiones. Y justo en ese momento es cuando entra en juego la figura de Alexander Calder, a quien se le había solicitado la realización de uno de sus famosos mobiles para decorar la entrada del Aula.

    Tras una reunión con Villanueva, Calder (quien no debemos olvidar que además de escultor era ingeniero), planteó que en vez de un mobile en el exterior, su aportación al conjunto podría estar directamente en el interior, mostrando su disposición para ocuparse directamente de los problemas de la acústica del edificio. Aceptada la propuesta (¡quién no la aceptaría!), el artista se puso a la tarea, lo que le supuso tener presentes los requerimientos acústicos que se habían formulado. Creó así las 22 planchas de madera que más que colgar suspendidas del techo o estar adosadas a las paredes laterales parecen flotar en lo alto del Aula, esas "nubes acústicas" de diversas formas curvas y distintos colores y que también conocen en Venezuela como "los platillos voladores del Calder" y que cumplen la función de reberveración del sonido.

    Sabemos que Calder tenía, en cierta manera, un alma de niño y cómo muchas de sus esculturas parecen basarse precisamente en esa faceta que aúna lo lúdico y lo artístico. En este caso combinó sus extraordinarias dotes para la creatividad con un concienzudo estudio de la acústica del espacio en el que iba a instalarse su obra, creando un conjunto de extraordinaria belleza visual. No sé si elaboró alguna maqueta para este proyecto, pero sí se conserva un dibujo de su mano en el que aparecen sobre el plano del Aula Magna las veintidós nubes. No sé si es lo que el lector buscaba, pero sólo este dibujo es ya en sí mismo toda una explicación de cómo trabajaba Calder. Y además, con los efectos lumínicos (sobre los que también el escultor aportó sus ideas) las nubes parecen cambiar de color. Como pasa en el cielo, mismamente.
    .
    Sobre la CUC de Caracas merece la pena visitar a fondo esta web, dedicada a conmemorar el centenario del nacimiento de Villanueva, el arquitecto que la diseñó por completo. Una de sus páginas está dedicada de manera específica a analizar el Aula Magna y a la obra de Calder. Sobre las nubes, en esta web tenéis unas fotografías de 360º a pantalla compelta, muy interesantes. Sobre el conjunto de la obra de Calder, podéis emplear este artículo de ENSEÑ-ARTE.aprendersociales.blogspot.com.ar
    En este blog el 22 de julio de 2011

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