15-MINUTOS DE "INTERRUPCIÓN" EN LA BIENAL DE ESTAMBUL
Plan de Bienal de Estambul Artistas 15-Minute "Interrupción" 01 DE SEPTIEMBRE 2015 Bienal de Estambul de Carolyn Christov-Bakargiev abre esta semana, y un grupo de artistas tienen la intención de infundir la abertura con un reconocimiento de la reciente agitación política que aflige a la minoría kurda de Turquía. Una carta enviada esta mañana a todos los participantes bienales "proponer [s] que todos suspendemos presentación de nuestros trabajos durante 15 minutos durante la inauguración de la Bienal" en reconocimiento a la ruptura violenta en las conversaciones de paz entre el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y el gobierno de Turquía en las últimas semanas. Firmado por participante bienal basado en Mardin Pelin Tan y su Colectivo ArtikIsler, junto con el editor de artista y e-flux Anton Vidokle, la misiva pretende infundir un sentido de urgencia en lo que ya es un programa bienal políticamente sensible. "Con Anton, pens...
ResponderEliminarEsteban Pastorino tiene una reconocida carrera como fotógrafo que acompaña con diversas investigaciones sobre el medio fotográfico, los sistemas de cámaras y efectos visuales.
En esta ocasión, coloca dos dispositivos visuales en la terraza de Fundación Proa: un estereoscopio y un periscopio realizados en latón, remitiendo a los artefactos marinos.
Estas obras modifican el paisaje de La Boca mediante un sistema de lentes y espejos internos:
El estereoscopio genera un efecto tridimensional, mientras que el periscopio muestra el paisaje como si fuera una pequeña maqueta.
La terraza se vuelve así un mirador de la esquina más representativa del barrio, estableciendo un diálogo entre la institución y su entorno.
Una apuesta con cierta carga nostálgica para reinstaurar simbólicamente al viejo mirador del puente antiguo de La Boca.
Obras
Estereoscopio, 2009
Latón, acero, madera y espejos
200 x 70 x 100 cm
Periscopio, 2009
Latón, acero, madera, espejos y lentes
240 x 70 x 100 cm
Esteban Pastorino nació en Buenos Aires en 1972.
Estudió fotografía publicitaria en la academia Fotodesign (Buenos Aires). Fue seleccionado como artista residente por el Photographic Centre of Skopelos (Grecia), la Rijksakademie Van Beeldende Kunsten (Países Bajos), la Casa de Velázquez (España) y la Fiskars Artist Residency (Finlandia).
Recibió numerosas distinciones entre las que se destacan el Premio Leonardo a la Fotografía (Museo Nacional de Bellas Artes) y el Premio Abraham Haber al Fotógrafo del Año (Asociación Argentina de Críticos de Arte).
En Buenos Aires, expuso en forma individual en ICI, Fotogalería del Teatro San Martín, MAMBA, C.C. Rojas y Galería Dabbah Torrejón. También exhibió sus trabajos en Bélgica, España, Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Holanda y México.
Elogio del juego. Por Alejandro Castellote y Esteban Pastorino. Ediciones Larivière
“En mi opinión, lo más impactante de esta colección de fotografías de Esteban Pastorino no es la subversión de la realidad, que él activa mediante una intervención en el plano focal de la lente; lo más sorprendente es que esa manipulación en un dispositivo de la cámara es capaz, por ejemplo, de trasladarnos al territorio de la infancia; no sólo hacer mutar los paisajes urbanos y naturales en maquetas, también puede convertir a todos los elementos de la imagen en parte de los universos que inventábamos en nuestros juegos de niños. Y jugar nos sumerge en una relación directa con la fantasía, con la magia; es una desconexión voluntaria de la racionalidad, una emancipación que permite al hombre relacionarse de otro modo con la realidad. Y esa facultad coincide con una de las propiedades esenciales del arte moderno, que se separaba así de la teoría clásica de los filósofos griegos, que definían el arte como una mímesis de lo real. Una idea en cierto sentido paralizadora, que afectó también a la definición de la esencia de la fotografía desde su invención, dado el carácter eminentemente técnico de su funcionamiento y las aplicaciones científicas y documentales que se le adjudicaron en sus primeros años. La aparición de la fotografía fue una de las causas de la crisis de la pintura, ya que cumplía con mayor eficacia y menor coste su objetivo clásico, pero la fotografía no sólo contribuyó a la crisis de la pintura también facilitó su emancipación.
(...)
Las paradojas visuales de Esteban Pastorino, son el resultado de su fascinación por construir artefactos capaces de provocar en el espectador una ilusión en los sentidos. En cierto modo, desarrolla un ritual de ecos mágicos que lo emparenta con los apasionados pioneros de la fotografía en el siglo XIX; especialmente con aquellos que se concentraron en la génesis de dispositivos capaces de detener el movimiento, extender el campo visual o simular la tridimensionalidad. A ese grupo pertenecen Arthur Batut y Eadweard Muybridge. (...).”proa.org