ZYGMUNT BAUMAN-TERRORISMO
http://www.guardian.co.uk/ commentisfree/video/2011/sep/ 01/zygmunt-bauman-terrorism- video?INTCMP=ILCNETTXT3486Vamos a situarnos en un avión, allá alto en el cielo, algunos de nosotros sentados cómodamente, otros leyendo, algunos bebiendo, algunos jugando juegos en la PC, otros anticipando el placer que van a experimentar cuando aterricen.
De repente, una voz joven sale de los parlantes, que les habla dulcemente, hasta que descubren que no hay nadie en la cabina del avión. Va en piloto automático. Quizás llegue a destino, pero el aeropuerto en cuestión está aún en su etapa de desarrollo, esperando que las solicitudes, planos y formularios se envíen a las autoridades pertinentes.
Es una imagen atemorizante, pero también es una ilustración de cómo son nuestros miedos contemporáneos. Son miedos de nadie teniendo el control, de ser ignorantes de lo que nos pasará, de no saber qué nos depara el próximo movimiento.
NADIE tiene el control, y esa es la mayor fuente de miedo contemporáneo. Los miedos son dispersos, no podemos decir de dónde vienen. Afectan nuestra vida social y dirario, como podría ser un tsunami, un Katrina, terremotos, puede ser que cierre la fábrica en donde trabajaste por mas de 20 años, puede ser que colapse la bolsa y se pierdan tus ahorros, podría ser otro ataque terrorista, que te quemen tu casa, tu negocio, tu auto, y así. En otras palabras, pareciera que vivimos en arenas movedizas, cualquier movimiento que hicieras para estabilizar tu posición, puede ser peor y hacer que te hundas aún más. Precisamente porque este miedo es inlocalizable, por eso es tan atemorizante,
La pregunta es ¿de dónde sale este sentimiento de falta de control? Si NADIE tiene el control!?
Hay una razón que yo sugiero que puede ser, y lo llamo la separación, o mas bien el divorcio, entre poder y política. Poder, es tener la habilidad de hacer cosas. Política es la capacidad de decidir qué o cuáles cosas son las que se harán. Ahora bien, ambas capacidades, poder y política, hace un siglo, estaban unidas en lo que llamamos Estados Nacionales. Puede ser que hubieran políticas de izquierda o de derecha, pero todos sabían QUIEN las llevaría a cabo, porque era el Estado.
Nunca fue una verdad al 100%, pero podría decirse que si una política era decidida, el poder la pondría en operación.
Ya no es así. El poder se evaporó de los Estados Nacionales y se elevó a niveles del espacio sideral, y la política sigue como hace miles de años, a niveles locales. No existe NADA que controle al poder desde la esfera política de la que emigró. Finanzas, Capitales, Comercio de información, de armas, terrorismo, criminalidad, tráfico de drogas, todo aquello que ignora los límites de las soberanías nacionales, esto ya es global. Pero los poderes que podrían eventualmente controlarlos son aún locales, y hay una gran brecha creciente entre la habilidad para hacer cosas y la habilidad para decidir, para obligar a agentes poderosos para que hagan lo que necesita ser hecho.
De repente, una voz joven sale de los parlantes, que les habla dulcemente, hasta que descubren que no hay nadie en la cabina del avión. Va en piloto automático. Quizás llegue a destino, pero el aeropuerto en cuestión está aún en su etapa de desarrollo, esperando que las solicitudes, planos y formularios se envíen a las autoridades pertinentes.
Es una imagen atemorizante, pero también es una ilustración de cómo son nuestros miedos contemporáneos. Son miedos de nadie teniendo el control, de ser ignorantes de lo que nos pasará, de no saber qué nos depara el próximo movimiento.
NADIE tiene el control, y esa es la mayor fuente de miedo contemporáneo. Los miedos son dispersos, no podemos decir de dónde vienen. Afectan nuestra vida social y dirario, como podría ser un tsunami, un Katrina, terremotos, puede ser que cierre la fábrica en donde trabajaste por mas de 20 años, puede ser que colapse la bolsa y se pierdan tus ahorros, podría ser otro ataque terrorista, que te quemen tu casa, tu negocio, tu auto, y así. En otras palabras, pareciera que vivimos en arenas movedizas, cualquier movimiento que hicieras para estabilizar tu posición, puede ser peor y hacer que te hundas aún más. Precisamente porque este miedo es inlocalizable, por eso es tan atemorizante,
La pregunta es ¿de dónde sale este sentimiento de falta de control? Si NADIE tiene el control!?
Hay una razón que yo sugiero que puede ser, y lo llamo la separación, o mas bien el divorcio, entre poder y política. Poder, es tener la habilidad de hacer cosas. Política es la capacidad de decidir qué o cuáles cosas son las que se harán. Ahora bien, ambas capacidades, poder y política, hace un siglo, estaban unidas en lo que llamamos Estados Nacionales. Puede ser que hubieran políticas de izquierda o de derecha, pero todos sabían QUIEN las llevaría a cabo, porque era el Estado.
Nunca fue una verdad al 100%, pero podría decirse que si una política era decidida, el poder la pondría en operación.
Ya no es así. El poder se evaporó de los Estados Nacionales y se elevó a niveles del espacio sideral, y la política sigue como hace miles de años, a niveles locales. No existe NADA que controle al poder desde la esfera política de la que emigró. Finanzas, Capitales, Comercio de información, de armas, terrorismo, criminalidad, tráfico de drogas, todo aquello que ignora los límites de las soberanías nacionales, esto ya es global. Pero los poderes que podrían eventualmente controlarlos son aún locales, y hay una gran brecha creciente entre la habilidad para hacer cosas y la habilidad para decidir, para obligar a agentes poderosos para que hagan lo que necesita ser hecho.
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Zygmunt Bauman ofrece la Cátedra Ernest Jones 2012: Modernidad Cultura, identidad y Líquidos
Publicado el 14 de septiembre 2012 por Peter Edwards
Instituto de Salud del Niño
30 Guilford Street
Londres WC1N 1EH
En su conferencia del profesor Zygmunt Bauman volverá a examinar la relación del hombre con su mundo desde la perspectiva de la etapa por la que utiliza la "modernidad líquida" del término.
En "La civilización y sus descontentos", Bauman sugiere, Freud ha llegado a la conclusión de que nuestro malestar psicológico surge de una especie de "pacto" que hacemos con el mundo: nos entregamos nuestra libertad a cambio de que el aumento de la seguridad ofrecida nosotros por el proceso de la civilización. El precio a pagar es alto: la represión de nuestros impulsos y la creación de formas de juicio y control interno, lo que nos deja constantemente presa de inquietud.
Propuesta de Bauman es que el estado de ánimo dominante de la ansiedad de nuestra época parece derivar de una inversión de este "negocio".
Nos hemos rendido seguridad a cambio de la expansión en el ámbito de una libertad peculiar que nos deja flotando en lo que él llama un mundo líquido. Si en el pasado hemos anhelado por la libertad, ahora tenemos mucho tiempo para la seguridad. ¿Estamos siendo testigos de un giro del péndulo? Y si es así, ¿qué consecuencias podría traer a su paso?
Para más información visite Beyond the Couch: El Instituto de Psicoanálisis
baumaninstitute.leeds.ac.uk
A diferencia de algunos sociólogos, el trabajo de Bauman es accesible, intelectual y polémica a menudo. Su propia vida - del creyente comunista minoría perseguida a analista forense de la vida cotidiana - lo hace difícil de clasificar. Detrás de su teoría es la idea de que los sistemas hacen que los individuos, y no al revés. Él dice que no importa si se trata con el comunismo o el consumismo, los estados quieren controlar su público y reproducen sus élites.
ResponderEliminar(...)Pero en lugar de un régimen totalitario, la sociedad occidental parece asustar y atraer mediante la fabricación de pánicos públicos y seducir a la gente con las compras. Hoy Bauman su trabajo se centra en la transición hacia una nación de consumidores, de manera inconsciente disciplinado para trabajar sin parar. Los que no se conforman, dice Bauman, se convierten en la etiqueta "residuos humanos" y dados de baja como miembros de la sociedad defectuosos.
Esta transformación de la "ética del trabajo a la ética del consumismo" veja Bauman. Advierte que la sociedad se ha deslizado de "los ideales de una comunidad de ciudadanos responsables a los de un agregado de satisfacción, y por lo tanto su propio interés, los consumidores". No es de extrañar que tal vez sus críticos describen Bauman como "pesimista".
Pero con el té y un sinfín de pasteles, el profesor de pelo blanco es el encanto personificado - incluso en su momento más pesimista. En su opinión, todo un vocabulario político moderno se ha convertido en una "cortina de humo" por las intenciones ocultas. Así que la movilidad social , por ejemplo, es "una mentira, porque las personas no están en condiciones de seleccionar su posición en la sociedad". La justicia, dice, no es más que una tapadera para un "fantasma feo de" no ayuda a menos que dentro de una casa de trabajo "(...) Ramdeep Ramesh en www.guardian.co.uk 3 de abril de 2010