Quevedo 1580- 1645 AGUJA PARA NAVEGAR CULTOS La aguja de navegar cultos con la receta para hacer soledades en un día de 1631. Satírica embestida contra los poetas que usan el lenguaje Gongoriano o culterano. Quien quisiera ser culto en un solo día La jeri aprenderá gonza siguiente: fulgores arrogar jóven presidente candor construye métrica armónica; por mucho, si no purpuracía neutralidad conculco;erige mente, pulso,estento,librar adolescente, señas, traslada, pira frustra arpía; cede, impide cisura petulante palestra, libia, meta, argento alterna, si bien disuelve émulo canoro. Use mucho de líquido y de errante, su poco de nocturno y de caverna, anden listos livor, adunco y poro, Que ya toda Castills, con solo esta cartilla se abrasa de poetas babilosos, escribiendo sonetos con fusiones; y en la Mancha, pastores y gañasos, atestadas de ajos las barrigas, hacen ya cultedades como migas. Quiero quedar bien con Quevedo. Puede darse cuenta ¡
JOSE ÁNGEL GONZÁLEZ. 29.02.2016 - 06:38h El Museo Thyssen-Bornemisza presenta la primera retrospectiva en Europa de dos de los grandes pintores realistas estadounidenses del siglo XX, Andrew Wyeth (1917-2009) y su hijo Jamie (1946). Del uno de marzo al 9 de junio, la pinacoteca madrileña exhibe Wyeth: Andrew y Jamie en el estudio, con 60 óleos del par de pintores, no demasiado conocidos fuera de su país pese a la intensidad exuberante de sus respectivas producciones. Fotogalería 7 Fotos El arte de Andrew y Jamie Wyeth, padre e hijo Organizada en colaboración con el Denver Art Museum, la muestra ha sido posible, dicen desde el Thyssen, gracias al "generoso acceso" a las colecciones privadas de los Wyeth, que ha permitido al comisario de la muestra, Timothy J. Standring, conservador de pintura y escultura de la Gates Foundation del Denver Art Museum, reunir obras que recorren todos los periodos de las carreras de los pintores y permite descubrir cómo, en ocasiones, el trabajo de ambos discurría en paralelo, se complementaba o, incluso, servía para plantear desafíos mutuos. Ambos, niños prodigio Junto al gusto por lo teatral, el humor negro o la experimentación técnica, los Wyeth compartieron una misma sensibilidad. Los dos trabajaron en Pensilvania y Maine en un relativo aislamiento. Ambos fueron niños prodigio y se educaron en casa, donde aprendieron también las técnicas artísticas y se dedicaron a dominar el oficio y a buscar cómo deseaban mostrar el mundo a los demás. Tal vez como reacción al rigor de la formación académica, ninguno aplicó nunca a los dibujos ni a las obras acabadas ningún tipo de jerarquía formal. Todo empezaba cuando sentían una emoción profunda que, en palabras del comisario, se resumiría en: "pinta lo que te inspire en cada momento, pinta lo que conoces y amas". La exposición está planteada como una "conversación" entre este par de heterodoxos pintores. El abuelo, ilustrador Andrew y Jamie se criaron en casas llenas de libros y de creatividad. El padre del primero, que firmaba como N.C. Wyeth, adquirió notoriedad como ilustrador de clásicos del género de aventuras como Robin Hood o La isla del tesoro. N.C. alimentó las inquietudes artísticas de Andrew y este transmitió el mismo espíritu a Jamie. Busco el instante fugaz pero no congelado En Lejanía (1952), una de sus primeras obras a pincel seco, Andrew pinta a su hijo tratando de captar los detalles con la máxima nitidez. "Busco esos momentos, el instante fugaz pero no congelado", comentó sobre este cuadro. Jamie recordaría después que, mientras posaba, se dio cuenta de que había perdido en la hierba un soldado de juguete, lo que explicaría su mirada perdida en la lejanía. 'Se tomaba muy en serio su obra' Jamie aspiraba desde joven a hacerse un nombre como pintor de retratos. Con 23 años realizó uno de su padre, en el que el sencillo chaquetón típico de los amish, que apenas se distingue del fondo oscuro, da a la obra un aire sombrío. Según el autor, su padre era una persona muy divertida, pero "se tomaba muy en serio su obra y la de los demás". Tienes que saberlo todo de tu modelo o te quedas en la piel Los dos artistas buscaban inspiración en los objetos y personas que conocían bien. Sus modelos son amigos, vecinos y familiares. En los retratos que hicieron por encargo, se empapaban del mundo de sus modelos, compartían con ellos historias, estudiaban movimientos y entorno, observaban lo que hacían a diario. "Cuando decido pintar a alguien, no es por su fisonomía sino por lo que transmite, tienes que saberlo todo de tu modelo. Si no, te quedas en la piel", opinaba Jamie, quien alcanzó notoriedad con retratos de famosos como JFK, Andy Warhol y Arnold Swarzenegger(...)
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