JAZMÍN LÓPEZ, PRESENTE EN ARTBO 2016
LAS EMOCIONES, POR JAZMÍN LÓPEZ
Ella es Jazmín López: artista, aunque no se autodefine de esa manera. Estudió cine, dirigió la película Leones que fue expuesta en el MOMA y además pinta. Sus cuadros son inmensos y tienen una particularidad consciente: parecen pinturas sin terminar. “Pinto con óleo, por algo el óleo es óleo. Tiene cuerpo, tiene textura, brillo y fuerza”, cuenta Jazmín. Está exponiendo La gravedad y la gracia en la galería Ruth Benzacar. Además, fue protagonista en la primera Mercedez Benz Art Talk en la que compartió una tarde con la periodista Alicia de Arteaga y la galerista Orly Benzacar. Si querés ver más sobre esta charla, podés entrar acá.
Su casa/taller es espaciosa, muy espaciosa y con mucha luz. Se trata de un lugar que alguna vez fue un depósito del taller de un carpintero italiano ubicado en Palermo, devenido en un hogar “under construction”. Dos ventanas grandes dejan entrar el sol de invierno. En la pared, una tela blanca con una mancha en forma de montaña color azul. Música tranquila de fondo. De a ratos se escucha Chopin.
“¿Querés unos mates?”, me pregunta Jazmín desde su cocina integrada, mientras pone agua en una pava eléctrica con flores azules.
Distrito Arte: ¿Cuando te convertiste en artista?
JL: Cuando cumplí 15 años, papá me llevó a Nueva York y fuimos al MOMA. Ahí vi un cuadro de Andy Warhol (referente del pop art), de unas margaritas muy artificiales que salen del cuadro. Me acuerdo de la imposibilidad de mi papá para explicarme por qué eso era un cuadro. En ese momento se me presentó una pregunta, un “qué es”, y creo que ahí empezó todo. Después, de más grande, cuando me encontré con la poeta argentina Alejandra Pizarnik, pensé “esta mina está escribiendo lo que yo siento” y ahí entendí que el verdadero artista no es el que siente, sino el que es capaz de expresarlo.
Distrito Arte: ¿Empezás a pintar con una idea hecha y terminada?
Jazmín López: El proceso de boceto que muchas veces tienen los artistas, en mí no funciona. La pintura para mí es el propio hacer, es lo que hace a la imagen en sí misma y lo que se va construyendo. En el cine es lo contrario: se planea absolutamente todo y el día del rodaje se busca que se cumpla esa imagen pensada.
Distrito Arte: ¿Con qué tipo de pintura te identificás?
JL: Con una pintura conceptual y estrictamente contemporánea, por decirlo de una manera. Hoy en día, el arte contemporáneo es un género en sí mismo y muestra el proceso. Soy bastante militante de que las cosas incomoden: me gusta cuando mis cuadros no se buscan como objetos de acompañamiento sino como una fuente de preguntas. Definiría mi pintura como signos de pregunta.
Distrito Arte: ¿Tenés el problema del lienzo en blanco?
JL: En mis obras la página blanca es parte. Llamativamente, es el momento más lindo que paso en el proceso. Cuelgo la tela y me lanzo a la aventura.
Distrito Arte: ¿Volvés sobre la obra?
JL: Generalmente las llamo pinturas de una sesión: tienen que estar hechas con la emoción de un momento determinado. No sé cual es, es un estado en el que estoy en ese momento y se traduce como en código morse en mis pinturas. Considero que las interpretaciones de los espectadores son siempre más interesantes que la mías.
Distrito Arte: ¿Y que pasa cuando ves una obra después de mucho tiempo?
JL: Me pasan dos cosas: a largo plazo, veo trabajos del 2008 y me dan ternura, pienso “hice lo que yo quería hacer” y me pone feliz. Con trabajos más recientes hay más tensión, las siento más del mundo que mías, no las puedo ver objetivamente pero, sin embargo, ya no son mías material ni intelectualmente.
Distrito Arte: Tu vida es como una gran incógnita. ¿Tenés algún artista que responda alguna de tus preguntas?
JL: Podría decir Gabriel Orozco, un artista mexicano, que tiene esa idea del objeto artístico o la metáfora de lo que le pasa al espectador cuando sale a la calle después de haber visto una muestra: esa sensación de quedarse sensible frente al mundo.
Distrito Arte: ¿Hay algo que te inspire más que otras cosas?
JL: No soy gran lectora, pero cuando logro leer son los momentos de más inspiración. También me inspira volver de un viaje. Es como si se me llenaran de imágenes la cabeza y después las bajo.
Nos despidió con esta reflexión: “Yo no quiero dar un mensaje específico con mi arte y creo que ningún artista verdadero lo hace. Para mí esos son los artistas interesantes: los que le dan una imagen de lo que sucede en la sociedad. La belleza es una idea que todos tenemos. No está en el límite de un cuadro”.
Jazmín no tiene una rutina para pintar y si bien está “tratando”, no le funciona. Pinta lo que siente, lo que le sale en ese momento. Atravesada por emociones de principio a fin, sus obras dejan ver cada uno de esos sentimientos en los colores, los espacios, las formas. “Las muestras son como una foto de un estado psíquico emocional de un momento y así lo veo en la historia del arte de otros artistas”, cuenta.
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Texto: Magdalena Ehul Ayerza
"Todo nos induce a creer, que existe un punto del espíritu en el que la vida y la muerte, lo real y lo imaginario, lo pasado y lo futuro, lo comunicable y lo no comunicable, lo alto y lo bajo, dejan de ser percibidos como contradictorios".Bretón, Manifiesto del Surrealismo
ResponderEliminarEs tan válida la emoción y cómo expresarlo; como el principio idéntico e indiscernible" del que habló Danto cuando contempló las cajas Brillo de Warhol.