viernes, 27 de enero de 2012

HAJJ-VIAJE AL CORAZÓN DEL ISLAM / ARTE DEL ISLAM

Un detalle de los yoguis de los murales en el Templo Lukhang en Lhasa, Tíbet. Estaban pintados c1700 para el quinto Dalai Lama. Todas las imágenes cortesía de Thomas Laird
http://www.guardian.co.uk/artanddesign/gallery/2012/jan/25/hajj-journey-islam-british-museum-in-pictures?intcmp=239#/?picture=384935768&index=10
La fabricación del ´plomo-s.Xlll - Museo del Louvre
Uno de los ejemplares más antiguos conocidos del Corán (siglo 8), en el programa de Hajj: viaje al corazón del Islam. Fotografía: Carl Corte / AFP / Getty Images
La sensación más fuerte que recibí de asistir a la exposición era una conciencia de mi complicada relación con el Islam. La relación de mi madre a la fe es sencilla: ella cree. Fui criado como musulmán británico y lo que me llamó la atención fue que muchos de mis respuestas a la exposición fueron, poner simplista, más británico de lo musulmán. La idea de la hermandad, encarnada por los peregrinos de todo con la misma ropa, es atractivo en su concepto, pero yo no podía dejar de ser golpeado por la ironía de esta hermandad se celebra en un país donde la igualdad es, por decirlo suavemente, no una prioridad política. Las imágenes de los peregrinos rodean la Kaaba es fascinante a la vista, pero no dejaba de pensar de las estampidas en los que murieron 345 personas hace seis años y de las enfermedades infecciosas y el calor y me pregunté si el reto físico pura del hajj haría, para mí, eclipsar cualquier elevación espiritual. Y sin embargo, la exposición hace iluminar el atractivo magnético del hajj - de saber que cientos de millones de personas han visitado el sitio y completar los mismos rituales.
En cuanto a mi madre, ella lo disfrutamos visitando el Museo Británico; ir a la exposición, me dijo, la hacía sentir casi como si hubiera sido hecho en el propio hajj.

3 comentarios:

  1. El primer día, 8 de du-l-hiyya, se declara la intención (niyya) de hacer la peregrinación mediante una fórmula repetida tres veces.
    El peregrino entra en estado de ihrām o sacralización.
    Se dan siete vueltas alrededor de la Kaaba y se besa la Piedra Negra (matāf).
    Se hace siete veces el recorrido entre dos lugares llamados Safā y Marwa (separados por 420m) en recuerdo de la errancia de Agar cuando buscaba agua para su hijo Ismael. Después, se bebe agua del pozo Zamzam. (سَعْيي sa`yi, esfuerzo, búsqueda).
    Seguidamente se acude al lugar llamado Mina, a 4 km de la ciudad, y se hacen las oraciones del mediodía, de la puesta de sol y del alba.
    El segundo día, 9 de du-l-hiyya, por la mañana, se va al monte Arafat (a 20 km) y allí se realizan la oraciones del mediodía y de la tarde. Se permanece allí hasta la puesta de sol, pues fue en ese momento cuando Mahoma pronunció su discurso de despedida (وُقوف wuqūf , alto; pausa).
    Tras la puesta de sol se va a otro sitio, Muzdalifa, donde se rezan las oraciones nocturnas. En Muzdalifa los peregrinos buscan piedras, que usarán al día siguiente.
    El tercer día, 10 de du-l-hiyya, tras rezar la oración matutina, los peregrinos vuelven a Mina. Ese día es también el del Aid al-Kabir o fiesta del cordero. Se recorren los 300 m que separan Mina del lugar donde, según la tradición, Abraham fue a sacrificar a su hijo Ismael (la Cúpula de la Roca, en Jerusalén, marca un espacio diferente para ese mismo acontecimiento). En el camino hay tres pilares que simbolizan los tres puntos del recorrido donde Iblís, el demonio, intentó disuadir a Abraham. El peregrino lapida los pilares con las piedras recogidas la víspera, en lo que se conoce como la Lapidación del diablo. Algunos rituales marcan que debe sacrificarse también un cordero en recuerdo del que Abraham sacrificó en lugar de su hijo.
    De regreso a la mezquita donde está la Kaaba, se repiten las circunvalaciones y los recorridos entre Safā y Marwa.
    Finalmente, se hace una última circunvalación, la del adiós, y se sale del estado de ihrām: los hombres se rapan la cabeza y las mujeres se cortan el cabello.


    Día del Hajj.
    A menudo los peregrinos aprovechan la peregrinación para hacer a continuación una visita a la ciudad de Medina, donde están enterrados Mahoma y otros fundadores del islam.
    El Hajj reúne a más de 2,5 millones de peregrinos musulmanes de todo el mundo. Debido a la alta concentración de gente no es extraño que se produzcan accidentes que a menudo resultan en muerte. La lapidación simbólica del diablo, por ejemplo, se realiza desde un puente llamado Jamarat. Cada año en el puente se producen incidentes con muertos y heridos, debido al estrecho espacio existente. Por esta razón en el año 2007 fue sustituido por un puente de cuatro niveles e ingresos y salidas diferenciadas. En 1990 murieron 1.426 peregrinos; en 2005, 251 personas; y en 2006, 345 personas perdieron la vida en este lugar.es.wikipedia.org

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  2. Ha sido durante mucho tiempo la ambición de mi madre para completar el hajj . La peregrinación a La Meca es uno de los cinco pilares del Islam - y por lo tanto una obligación para todos los musulmanes. Mi padre a menudo hablaba de ir a la Meca y mis padres estaban planeando un viaje. Tristemente murió repentinamente de un ataque al corazón en 1995 y en los años desde que mi madre hablaba a menudo de su deseo de hacer la peregrinación, y tanto mi hermano y yo prometió repetidamente que nos llevara. Nunca lo hicimos.

    Hajj
    Museo Británico, Londres
    WC1B
    Inicia 26 de enero
    Hasta el 15 de abril 2012
    WEB SALA
    Aunque había crecido con imágenes del hajj, en realidad van a La Meca nunca se sintió como una prioridad para mí: me preocupa el calor, la gente ya no tenía motivos egoístas para el nerviosismo sobre el ritual donde los hombres tienen el pelo rapado la cabeza . Y entonces mi madre tuvo un derrame cerebral y ahora, a la edad de 78, ella tiene problemas para caminar por su cuenta y ya no es físicamente lo suficientemente fuerte como para soportar el intenso calor y las multitudes que se reúnen en La Meca. Siempre me he sentido culpable por no haber llevado a mi madre a la Meca cuando estaba más en forma, así que cuando me enteré de la exposición británica hajj del museo estaba decidido a llevarla allí. No era la Meca, pero tal vez sería la mejor cosa siguiente.

    La meca
    Vista aérea de La Meca, 1803, grabado por Carl Ponheimer. Fotografía: Derechos de autor Los fideicomisarios del Museo Británico
    Hajj: Viaje al corazón del Islam es el primer programa británico dedicado a la peregrinación y que traza la historia de la peregrinación a través del espacio y el tiempo. Visité la exposición con mi madre y mi esposa Bridget y, tal vez inevitablemente, todos teníamos diferentes respuestas a los mapas, objetos y artefactos. Mi madre estaba más animada por las imágenes de los peregrinos dejando en los buques en el sub-continente con destino a Arabia Saudí. Ella empezó a contarme historias de hombres que habían salido de su aldea cerca de Lahore, en dirección a La Meca a pie. Ella también se sintió profundamente conmovido al ver la ropa que los peregrinos llevaban consigo - las ropas blancas que implica que todos los musulmanes en La Meca sin importar el sexo, color de piel o condición social son iguales. Bridget - criado en una cultura donde la espiritualidad se asocia más a menudo con la soledad - estaba intrigado por una versión de la espiritualidad donde uno es impulsado hacia arriba en un mar de la humanidad.

    En cuanto a mí, he experimentado una serie de reacciones. Había una parte de mí - la parte que recuerda haber visto imágenes de la hajj colgadas en las paredes de muchas de las casas de los amigos de mis padres - que disfrutamos aprendiendo más sobre las historias detrás de la peregrinación. Escuchar a mi madre a explicar los orígenes del agua Zam Zam santo y el ritual de lanzar piedras contra el diablo que recordar que para los musulmanes de su generación Islam consiste en su mayoría de las historias contadas a través de los siglos. Muchas de esas historias - y rituales - en realidad es anterior al Islam - algo que sólo se refirió a la exposición.theguardian.com/uk por Sarfraz manzoor

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  3. Caligrafiada e iluminada en Bagdad, esta miniatura(agregada) ilustra un manuscrito de la obra del médico y botánico griego Dioscórides (s.l). Todopoderosa en el siglo Xlll, Bagdad albergaba una escuela de caligrafía que adaptaba las grandes obras extranjeras y las decoraba con refinamiento.
    El papel conocido en Bagdad desde el siglo Vlll, se lustraba antes de cubrirlo con polvo de oro. Frágil, esta obra se mantiene regularmente en la oscuridad después de haber sido expuesta a la luz.
    "El mundo en 365 obras de arte" www.catapulta.net / 2004

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