Lo que los mosaicos romanos revelan sobre el arte antiguo Mosaico de Bailarines Báquicos, Hatay, Turquía. Tiempo estimado de lectura: 6 minutos • Última actualización: 02.20.19 Los mosaicos romanos se componen de imágenes geométricas y de figuras creadas por arreglos de pequeñas piezas de piedra y vidrio. Las formas más tempranas de mosaicos grecorromanos fueron concebidas en Grecia a fines del siglo V aC Aunque los griegos refinaron el arte de los mosaicos figurativos incrustando guijarros en el mortero, los romanos ampliaron esta técnica establecida, usando teselas, cubos de piedra, cerámica, o vidrio: para formar diseños intrincados y coloridos. Hoy en día, estas obras ofrecen una imagen vívida de la antigua vida romana; un vistazo a las actividades cotidianas de una antigua civilización que incluyó concursos de gladiadores, deportes y agricultura, al mismo tiempo que sirve como documentación de artículos cotidianos com...
Esperanza I
ResponderEliminar1903
Óleo sobre lienzo, 181 x 67 cm.
Ottawa, National Gallery of Canada
Fue expuesto en la Kunstschau de 1909; el artista no había podido presentarlo en la individual organizada por la Secesión en 1903: "en la Viena del buen gusto hubiera habido una rebelión declarada", observaba Hevesi. La obra constituía un auténtico atentado conta el puritanismo austríaco, hasta tal extremo de que su primer propietario, el industrial Fritz Wándorfer, financiador de los Wiener Werkstatte, la tenía cubierta. Puede tener múltiples claves de lectura. El título tiene una connotación positiva, pero la atmósfera es inquietante y la misma expresión de la mujer, que se vuelve hacia el espectador, no resulta tranquilizadora. Los "demonios de la vida" (Hevesi) visibles por encima de ella son interpretables como amenazas que se cierne sobre el que ha de nacer, pero Klimt mantiene una cierta ambigüedad. Aunque la protagonista lleva una corona de flores blancas, que parecen aludir a la inocencia, tiene una espesa cabellera roja, atributo recurrente de la feminidad peligrosa con el que el pintor caracterizaba a sus sirenas. Podría referirse a la madre devoradora de sus propios hijos, tema mitológico utilizado por el psicoanálisis junguiano. Ludwig Hevesi, que conocía de cerca las ideas del artista, habla de "cuadro simbólico, moderna versión del motivo tratado por Alberto Durero en El caballero, la muerte y el diablo", una de las obras más famosas del siglo XVI alemán. Siempre crítico, como Klimt, con el conservadurismo vienes, ponía el acento en las veleidades de "emancipación general" de la época y la obra podría ser descifrada también como una protesta contra la hipocresía de la sociedad de finales del siglo XIX.
En el aspecto estilístico, anticipa el Expresionismo. Los cuadros klimtianos empiezan a cargarse de un acento oscuro; la cabeza deforme y sufriente del ángulo izquierdo se convertirá sin duda en motivo de inspiración para Egon Schiele, cuyo talento será puesto de manifiesto precisamente por Klimt.
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