Hasta el 18 de junio. Pabellón de exposiciones temporarias
El Museo Nacional de Bellas Artes presenta la exposición Xul Solar. Panactivista, a 130 años del nacimiento del artista. Curada por Cecilia Rabossi, la muestra reúne más de 180 obras, entre acuarelas, témperas, objetos, máscaras, manuscritos, ilustraciones y documentos personales, pertenecientes al Museo Nacional de Bellas Artes, la Fundación Pan Klub-Museo Xul Solar y colecciones particulares.
Visitas guiadas: Miércoles y jueves, a las 16. Viernes, a las 16 y a las 18. Sábados, a las 12, a las 14 y a las 16.
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En pocos días, el Museo Nacional de Bellas Artes albergará una retrospectiva de Xul Solar que promete reunir una importante cantidad de obras del inclasificable pintor admirado por Jorge Luis Borges. Fruto de la casualidad o no, Sudamericana tomó la acertada decisión de reeditar la biografía que Álvaro Abós escribió guiado por su amor por "el mundo de la cultura porteña durante los años veinte, treinta y cuarenta".
ResponderEliminarXul Solar. Pintor del misterio, que llegó en los últimos días a las librerías, propone embarcarse durante 308 páginas en la vida de uno de los más grandes artistas que dio la cultura argentina en el siglo XX. Como ocurre con los mejores exponentes del género, la biografía se disfruta como una novela que no puede dejar de leerse: Abós se introduce en la infancia de Xul Solar en San Fernando; lo acompaña a su recorrida europea que dura doce años (la primera parte de la obra lleva como título "Los dos nacimientos de Xul Solar"); narra con pasión su regreso a Buenos Aires, su amistad con escritores, músicos y artistas, así como sus intereses en las ciencias ocultas y la astrología.
Álvaro Abós estuvo en el estudio de Infobae y se entregó a una larga charla sobre el artista que vivió en la Penitenciaría de Buenos Aires, al que no le era ajena ninguna disciplina del arte, que creó un lenguaje propio, el neocriollo y al que Borges, Leopoldo Marechal y Macedonio Fernández convirtieron en personaje de sus libros.
—Usted dice en su libro que a Xul Solar le gustaba definirse como astrólogo por encima de cualquier otra etiqueta. ¿Por qué?
—Lo que caracteriza a Xul es su multiplicidad. Algunos dicen que parecía un hombre renacentista porque era pintor, diseñador, dibujante, astrólogo, estudioso, músico, arquitecto. La astrología sería el estudio del cielo, de lo que está por encima, lo que está más allá, el esoterismo, lo que está del otro lado de las cosas. Así se definía él, es complicado definirlo. Xul Solar fue como un cometa: pasó por la cultura argentina, no tuvo antecedentes y no tuvo discípulos.
—Imposible definirlo en una palabra.
—Es un pintor que ha trascendido y que está colocado en el Olimpo de los pintores argentinos del siglo XX con [Emilio] Pettoruti, [Raúl] Soldi, [Lino] Spilimbergo o [Antonio] Berni. Más allá de eso, es un personaje, es un ser humano que actuó en el escenario de la cultura argentina, sobre todo en el de la Ciudad de Buenos Aires, en un período maravilloso que fueron los años veinte y treinta, donde se juntaban muchas personalidades y la ciudad adquiría su gran perfil, es decir, Buenos Aires se convirtió en una ciudad con su propio mito.
—¿El escenario de la construcción de ese mito que estaba naciendo eran los bares?
—Sí, claro, los bares y cafés eran escenarios porque era una ciudad más pequeña donde había una interacción y estaba la reunión. Por ejemplo, en el año 24 se publica una revista de cultura que se llamaba Martín Fierro, que fue un acontecimiento. Ha llegado a vender 50 mil ejemplares en una ciudad que apenas llegaba a un millón de habitantes. Aún hoy que la urbe es tres veces más grande sería inmenso. Había muchos núcleos, la Richmond, el Tortoni o la confitería La Perla del Once.
www.infobae.com-19 de febrero de 2017 Por Matías Méndez
—Al pasar dijo que Xul Solar era un personaje y la elección de esa palabra no me parece casual, porque fue personaje de páginas memorables de la literatura argentina.
ResponderEliminar—Alejandro Schulz tenía mucha amistad y lo apreciaban muchísimo los escritores de su época, en particular tres, de manera que lo incluyeron en sus libros: Borges, su gran amigo y admirador incondicional, que permanentemente lo citaba en sus libros y la gente decía "¿qué es Xul, es un invento?". Después, Marechal, que fue su amigo de juventud; lo incluyó como personaje en su gran novela Adán Buenosayres, una de las grandes novelas del siglo XX en Argentina, que son las correrías durante dos días de un grupo de muchachos en la Ciudad. Ahí hay un personaje que es el astrólogo Shulze, con la característica de que los demás personajes, por ejemplo Scalabrini Ortiz o incluso el propio Borges, son parodias porque Adán Buenosayres es satírica; en cambio el astrólogo es un retrato de ese hombre, amante del cielo y de los enigmas.
—Y el tercero es Macedonio…
—Es el tercer gran escritor que lo incluye y dialoga con él. Se da la siguiente paradoja: Xul Solar como pintor no fue apreciado por su época y por su medio, la Academia Argentina del Arte nunca lo incluyó en las historias que iban saliendo. Sin embargo, la crítica no, pero estos escritores lo tenían, incluso el propio Borges, como un genio.
—Borges casi que lo tiene como coautor de uno de sus mejores cuentos, "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius".
—Claro, la relación entre Borges y Xul empieza en el año 24. Los dos habían vivido años en Europa, volvieron prácticamente al mismo tiempo y se encontraron un día en un café. Xul Solar le dice: "Mirá, Georgie, me traje como trescientos libros", y Borges le preguntó qué había traído, y entonces él empezó a comentar que había traído filosofía, poesía, literatura fantástica, y Borges quedó literalmente fascinado por esas líneas de las lecturas de Xul y quiso ir a verla. Cuando vio esa biblioteca, cayó rendido a sus pies y desde entonces se formó una gran amistad. Borges sobrevivió largamente a su amigo y fue durante toda su vida un admirador y un divulgador constante de la obra de Xul y, también, un contador de anécdotas.
—¿Por ejemplo?
—Me acuerdo muchísimas pero cuento una, Borges decía: "Xul es un hombre muy raro, va a muchas fiestas y reuniones porque lo invitan y cuando va de visita a una casa, primero que nada saluda y después va a la cocina y saluda especialmente al servicio, y no se va sin darle la mano al cocinero, a las sirvientas".