Entrevista en Cannes con el actor argentino Nahuel Pérez Biscayart.

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  1. ahuel Pérez Biscayart (6 de marzo de 1986; Buenos Aires) es un actor argentino.

    Biscayart se conocido en Francia por la película Au fond des bois de Benoît Jacquot (2010), en la que interpretó el papel principal. Actualmente realiza una carrera internacional en el cine de autor.

    Índice [ocultar]
    1 Filmografía
    1.1 Películas
    1.2 Documentales
    1.3 Televisión
    1.4 Premios
    2 Enlaces externos
    Filmografía[editar]
    Películas[editar]
    Próxima salida (2004) - Abel
    Todas las veces (corto, 2005) - Francisco
    El aura (2005) - Julio
    Tatuado (2005) - Paco
    El regreso de Peter Cascada (2005)
    Glue (2006) - Lucas
    Cara de queso -mi primer ghetto- (2006) - Felman
    Familia Lugones (2007)
    La sangre brota (2008) - Leandro
    Silencios (2009) - Juan
    Cerro Bayo (2010) - Lucas
    Antes (2010) - Tomás
    Alas (pobre Jiménez) (2010) - Arlequín
    Patagonia (2010) - Alejandro
    Todos están muertos (2014) - Diego.
    Au revoir là-haut de Albert Dupontel (2016)
    Documentales[editar]
    Durazno (en preproducción)
    Televisión[editar]
    Disputas (2003) - Marcos
    Sol negro (2003) - Marito
    Sangre fría (2004) - Iván
    Mujeres asesinas (Patricia, vengadora - 2005)
    Amas de casa desesperadas (2006) - René Oviedo
    Hermanos y detectives (2006) -
    La señal (telefilm, 2007)
    Mujeres asesinas (Milagros, pastora - 2007)
    Aquí no hay quien viva (2008) - Lucas
    Mujeres asesinas (Lorena, maternal - 2008)
    Epitafios 2 (2009) - Pablo
    Lo que el tiempo nos dejó (La ley primera, 2010)
    El puntero (2011) - Herminio
    Lynch (2012)
    todos están muertos (2014)
    Premios[editar]
    Cóndor de Plata 2005: Mejor revelación masculina (Tatuado)
    Enlaces externos[editar]
    Ficha en Cinenacional.com.
    Entrevista en Revista G7.
    Nahuel Pérez Biscayart: El niño terrible del cine argentino.
    es.wikipedia.org

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  2. Desde Cannes

    Doble y sorpresiva presencia argentina en la competencia oficial del Festival de Cannes. ¿Qué tienen en común la película francesa 120 battements par minute y la sueca The Square? Nada, en apariencia, salvo compartir el concurso por la Palma de Oro. Sus temas, sus estéticas y sus propósitos no podrían incluso ser más diferentes. Pero los espectadores argentinos en la Croisette no pueden sino asombrarse con el descubrimiento de dos figuras que tienen una participación dominante en ambas películas, una por acción y la otra por omisión. Nahuel Pérez Biscayart es el protagonista absoluto de la película francesa de Robin Campillo, que ayer pegó fuerte en el inmenso Grand Théâtre Lumière, la sala principal del festival. Por su parte, la actriz, dramaturga y performer Lola Arias no tiene ni un solo plano en The Square, la película del sueco Ruben Östlund pero su nombre se menciona de manera destacada no menos de media docena de veces, como la autora de la controvertida obra conceptual que le da su título y su sentido al film.


    Un susto y evacuación
    Vayamos por partes. 120 pulsaciones por minuto está ambientada a comienzos de los años 90, cuando todavía no había noción de los estragos que estaba causando el virus del sida y el grupo activista Act Up, integrado por portadores, se lanza a las calles a despertar conciencias con todo tipo de intervenciones públicas, que interpelan tanto a la pasividad del gobierno de turno (el de François Mitterrand) como a los laboratorios, que privilegiaban el afán de lucro por encima de la salud de los pacientes, que morían en serie ante la indiferencia y el prejuicio generalizados. Dentro de ese grupo de jóvenes combatientes condenados, por falta de medicación adecuada y de políticas estatales, el personaje de Pérez Biscayart es el más radicalizado, aquel que siempre quiere forzar los límites, hacer saltar por los aires la corrección política, porque sabe que no le queda tiempo, que su vida tiene una fecha de vencimiento muy cercana.

    Nacido en 1986, Biscayart se hizo un nombre en el cine argentino con sus protagónicos, siempre intensos, en películas como Tatuado (2006), de Eduardo Raspo, y La sangre brota (2008), de Pablo Fendrik. Pero desde que Benoit Jacquot lo convocó para Au fond des bois (2010) es una figura nómade y ésta sólida película de Campillo –el director de Les revenants, el film sobre los muertos vivos que dio origen a la serie homónima– lo acaba de poner ayer, sin duda, en la lista corta de los aspirantes al premio al mejor actor.

    No es el caso de Lola Arias, que no aparece siquiera una sola vez en The Square, pero a quien el guionista y director sueco Ruben Öslund (el de Force majeure, premiada aquí en Cannes 2014) le atribuye una y otra vez la obra conceptual que despierta, como una caja de Pandora, todos los males que sufre el presumido curador de un museo de arte contemporáneo de Estocolmo. Salvo este peculiar fuera de campo, no hay mucho más para destacar sobre esta fábula con moraleja que desde un púlpito se propone desenmascarar las imposturas y miserias del arte contemporáneo, un poco en la misma línea misantrópica de El artista y El ciudadano ilustre, del dúo Cohn-Duprat, lo cual le da al film sueco otra extraña conexión argentina.

    S

    ”www.pagina12.com.ar

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