REDOUTÉ, EL RAPHAEL DE LAS FLORES
Redouté, el Raphael de las flores
Taschen recuerda al pintor Pierre-Joseph Redouté (1759-1840), que se dedicó en exclusiva a las artes botánicas y plasmó la diversidad de las plantas con flores en acuarelas que se publicaron como grabados punteados, con la publicación de 'Selection of the Most Beautiful Flowers'.
Pierre-Joseph Redouté. Grosellero rojo. TASCHEN 2015.
La tradición de la ilustración botánica data del Renacimiento y reflejaba un deseo de documentar la naturaleza con todos sus detalles, variedades y en todo su esplendor, lo que exigía al artista la mayor precisión. Redouté fue de los artistas másadmirados en este campo por la alta sociedad parisina. Apodado el ‘Raphael de las flores’, contaba con toda una red de mecenas, entre los que se encontraba la esposa de Napoléon, Josefina.
Esta obra, publicada por primera vez entre 1827 y 1833 bajo el título Choix des plus belles fleures et quelques branches des plus beaux fruits de Redouté (Selección de las más bellas flores y algunas ramas de los más hermosos frutos), reúne 144 grabados punteados y pintados a mano, una muestra del mejor trabajo del artista.
En ella se muestra la combinación de exquisita elegancia y precisión que Redouté desplegó mientras paseaba por los invernaderos y jardines parisinos para dejar constancia de delicados especímenes botánicos de todo el mundo.
Redouté. Selection of the Most Beautiful FlowersPierre-Joseph Redouté, Werner Dressendorfer y H. Walter Falta
Taschen
Edición plurilingüe: Inglés, francés, alemán
336 p
99,99 euros
LA DESTRUCCIÓN
ResponderEliminarEl demonio se agita a mi lado sin cesar;
flota a mi alrededor cual aire impalpable;
lo respiro, siento cómo quema mi pulmón
y lo llena de un deseo eterno y culpable.
A veces toma, conocedor de mi amor al arte,
la forma de la más seductora mujer,
y bajo especiales pretextos hipócritas
acostumbra mi gusto a nefandos placeres.
Así me conduce, lejos de la mirada de Dios,
jadeante y destrozado de fatiga, al centro
de las llanuras del hastío, profundas y desiertas,
y lanza a mis ojos, llenos de confusión,
sucias vestiduras, heridas abiertas,
¡y el aderezo sangriento de la destrucción!
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