jueves, 29 de septiembre de 2016

GRANDES PINTORES RETRATISTAS

Mascarada-Louis Welden Hawking

Claire Hendren

Artips editor

"Cada retrato que se pinta con un alma, no es el retrato del modelo, sino del artista." Oscar Wilde

3 comentarios:

  1. Louis Welden Hawkins (* 1. Julio 1849 en Stuttgart o Esslingen ; † 1. Mayo 1910 en París ) fue un pintor francés del simbolismo origen británico-austriaca.


    mascarada
    El hijo de un oficial de la marina británica y Louise Sopransi, baronesa von Welden, una mujer de Austria e hija del mariscal de campo deben tener una carrera militar, en realidad. Pero en 1873 rompió con su familia, fue a París y asistió a la Académie Julian en París. En 1881 se le permitió por primera vez en el Salón de la Société des Artistes Français exposiciones. Él eligió inicialmente la forma estilística de simbolismo, en sus últimos años trabajó más como un pintor de paisajes, principalmente en Bretaña y vivió en la pobreza. En el salón de la Sociedad Nacional de Bellas Artes , que fue representado 1894-1911. Nueva amistad que mantuvo con escritores como Jean Lorrain , Paul Adam , Laurent Tailhade , Robert de Montesquiou y Stéphane Mallarmé , sino también con sindicalistas y políticos socialistas.de.wikipedia.org

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  2. Multiplicación de las máscaras en las posibilidades de transformación de la apariencia, posición femenina.
    En la mujer se abre una nueva dimensión que consiste en extraer una consecuencia de ser de su relación con el hombre. Esta es la vía que nos introduce en la función de la mascarada femenina. Se abre desde Lacan entonces, la solución por la vía del tener o del ser.

    Esta vía de solución por el lado del ser, en La significación del falo, Lacan la introduce como un avance respecto de la solución por el tener fálico freudiano. “Se introduce la intervención de un parecer, que sustituye al tener, para protegerlo por un lado (el masculino), para enmascarar la falta en el otro(el femenino)... Es para ser el falo que la feminidad despliega todos sus atributos en la mascarada... así se establece la función de la mascara” De este modo introduce a la mascarada femenina como un intento, vía el “parecer ser” por reemplazar la insuficiente solución por el tener. Desplazamientos que reactualiza los interrogantes por el deseo de la mujer.

    El falocentrismo freudiano lo aleja de la interrogación por el deseo del hombre. En este sentido Freud no duda, y lejos de considerarlo como el continente oscuro lo define con claridad: el hombre desea un objeto que compense la pérdida del objeto primordial, la pérdida primaria, la castración.

    Lacan no se opone a esta consideración y la ratifica al afirmar la misma idea con la fórmula del fantasma en donde el sujeto dividido se complementa con su objeto que designa a.. De allí se desprende toda la fenomenología del hombre lacaniano apegado a sus teneres.

    En cambio, a diferencia de la certidumbre que en este sentido proporciona la posición masculina, los interrogantes, en función de la posición falocéntrica, recae sobre el deseo de la mujer. Tal es así que el ¿qué quiere la mujer? ha sido el interrogante que ha provocado una basta literatura psicoanalítica.

    La primera respuesta freudiana es que la mujer quiere el falo, en este sentido compensa su castración con el falo al igual que el hombre con su objeto sustitutivo.

    La mujer que quiere el falo, según Freud, se lo pide al hombre de dos modos: bajo la forma del amor- ya que tener el amor de un hombre tiene una significación fálica- y bajo la forma del hijo y su ecuación fálica: tener un hijo y tener el amor entonces.

    A nivel del amor no solo es un beneficio de tener lo que se pone un juego, sino también del ser: ser amada por un hombre da el sentimiento de ser algo.

    Pero para Lacan no basta el deseo del falo para rendir cuentas de lo que vincula una mujer a un hombre, no es solamente el beneficio fálico lo que explica su ubicación del lado del objeto sexual. Esto solamente no identifica a la mujer.

    De allí que avance en este sentido al considerar que la salida a la insuficiencia de la solución de tener el falo es intentar serlo como horizonte de la mascarada femenina. Vira la demanda de tener a la de ser que es uno de los nombres de la demanda de amor. En el seminario 20 Aún, dirá Lacan que las palabras de amor son metáforas del ser.
    www.alp.org

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  3. La idea de la mascarada cobra fuerza para el feminismo. Para muchas artistas, la construcción de una identidad-un poco a la manera en la que Nietzsche podía hablar del sujeto como una infinita superposición de máscaras, debajo de la cual sólo lo espera otra-es el resultado de una producción de máscaras.
    La identidad es ficción, narración, producción como procuración de máscaras de personaje. Lo femenino potencia la idea de una identidad múltiple a la manera de Cindy Sherman, en este blog el 28 de febrero de 2012.

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