ARTISTAS CON AMPLIA TRAYECTORIA EN GALERÍAS BRASILEÑAS
Las galerías con más renombre de Brasil presentan artistas con amplia trayectoria
Algunas de las muestras individuales más relevantes, como las que firman los artistas Anna Bella Geiger, Tunga y Denise Milan, se enmarcan en el circuito galerístico brasileño.
- Paula Alonso Poza
Por su parte, el MIS presenta una exposición del argentino Marcelo Brodsky y el CCC Río de Janeiro recupera la figura de la artista brasileña Morgan Snell.
La mayoría de los artistas iberoamericanos que estos días presentan muestra individual en Brasil lo hacen dentro del circuito de galerías del país. Se rompe así la tendencia existente en el panorama artístico contemporáneo brasileño de que sean los museos y centros culturales los que alberguen los proyectos y las retrospectivas de los artistas más consolidados, frente a las muestras de autores emergentes que suelen acoger las galerías.
Así, las galerías con más renombre de Brasil presentan este mes de octubre varias exposiciones que firman artistas brasileños de muy amplia trayectoria. Entre ellos destacan el recientemente fallecido Tunga (Palmares, 1952 - Río de Janeiro, 2016), Anna Bella Geiger (Río de Janeiro, 1933), Denise Milan (São Paulo, 1954) y Alberto Casari (Lima, 1955), que presentan muestras en Millan, Mendes Wood DM, Lume y Pilar, respectivamente.
Sin embargo, las galerías no descuidan la programación expositiva de autores emergentes. En este sentido, Leme ha incorporado recientemente a los brasileños Frederico Filippi (São Carlos, 1983) y Raphael Escobar (São Paulo, 1987) a su nómina de artistas representados y presenta ahora la primera exposición de ambos en su espacio paulista.
Y aunque en esta ocasión el circuito galerístico se imponga en el programa expositivo brasileño, no hay que dejar de tener en cuenta las exposiciones que ofrecen este mes los principales museos del país. Así, el MIS, dependiente del Paço das Artes, presenta una muestra del reconocido artista argentino Marcelo Brodsky (Buenos Aires, 1954) y el Centro Cultural Correios Río de Janeiro recupera la figura de la pintora brasileña Morgan Snell (São Paulo, 1920 – 2007) con una retrospectiva.
Para finalizar, destacamos algunas de las producciones colectivas más relevantes que han abierto sus puertas estos días. El MAC USP amplía su exposición permanente con un proyecto temporal que exhibe más de 160 obras del siglo XX, algunas de las cuales pasarán a incorporarse a sus salas. Por su parte, el MACS se acerca al arte más europeo con una muestra que aúna autores alemanes y elementos propios de la cultura brasileña.
Puede ampliar la información sobre estas y otras exposiciones a continuación.
Esta es la entrevista que mantuvimos con “Tunga”, vía telefónica entre Berlín y París, la tarde del pasado 28 de mayo de 2011:
ResponderEliminarJuan Carlos Tellechea:
¿Cuál es la temática esta vez?
“Tunga”:
“Los temas no cambian mucho en la perspectiva humana, en la visión de la Humanidad. Hay estructuras que son muy seculares, muy antiguas, muy arcaicas y tratan de la transmutación de las cosas, de la transformación de las materias, de una a otra. Soy un alquimista, porque es el principio de toda obra. Es evidente que hay una alquimia del lenguaje. La alquimia que me interesa implica la transformación activa del lenguaje y del efecto estético que produce. Creo que todos somos alquimistas.
Este tema, expuesto poéticamente, trata de la conjunción de elementos, de materias, de circunstancias. Y esta transformación puede ocurrir cuando dos cosas heterogéneas se encuentran. Hay como un motor que hace esta transmutación, y a ese motor se le puede llamar deseo, se le puede llamar amor o simplemente conjunción. Creo que en esa perspectiva, el deseo, en la perspectiva del amor, trata de emanar de la transmutación de las materias y luego de la transformación de un alma que encarna estas materias”.
Tunga y sus esculturas sinfónicas
Boneco de Garrafa, 2010-2011
Courtesy Galerie Daniel Templon, Paris. Photo: O. Schipper
Juan Carlos Tellechea:
¿Con qué materiales has trabajado esta vez en estas piezas…son esculturas…?
“Tunga”:
“Son esculturas, son esculturas que además de la singularidad de cada obra, de cada pieza están instaladas de modo que hay un verdadero diálogo. Se puede decir que son esculturas instaladas, en el sentido de que la totalidad de la obra expuesta narra, crea una narrativa, una secuencia de narrativas posibles a partir de cada uno de esos elementos.
Hay esculturas que parecen una marioneta, por ejemplo. Esa marioneta no es manipulable, es muy pesada, está hecha de cristal, de rocas de cristal (cristal de cuarzo). Luego hay como un portal en el que rocas de cristal y piedras de ámbar están sometidas a un campo magnético que las mantiene suspendidas en el aire. Por otro lado, hay perlas puestas en botellas sometidas a la presión de esponjas marinas. Fuera de esas botellas, las esponjas se constituyen en otra marioneta que absorben un enorme huevo constituido por perlas.
O sea que hay un lado escultórico, de cada individuo, de cada tema, de cada muñeco, y luego todo el ambiente que puede construir una historia. En esta historia evidentemente, a diferencia de la narración escrita, la temporalidad la crea uno mismo. O sea que hay una espacialidad y cada uno de esos objetos, según los gustos, según la memoria, según la organización mental de cada uno que percibe el espacio, puede construir diferentes narrativas, de acuerdo a su propia experiencia.
Juan Carlos Tellechea:
¿Cómo observas la evolución actualmente de las artes plásticas en América Latina, y cómo divides actualmente tu actividad entre Europa y América Latina?
“Tunga”:
“Normalmente digo que vivo en un aeropuerto. No es verdad, pero lo cierto es que tengo bastante movimiento, aunque mi base está en Rio de Janeiro. Me resulta dificil hablar de toda América Latina. Sin embargo, lo que veo en Brasil particularmente y en otros países vecinos en los que estuve recientemente, observado un poco a la distancia, es que hay una enorme energía. Lo que puedo decir de Brasil es que hay como una tradición ya centenaria de una modernidad heterogénea. Esto contribuye mucho a esa especulación, a esa heterogeneidad que constituye, a lo mejor, un modo de cultura que se está construyendo. Todo esto me parece hoy en día muy similar a lo que pasa en el mundo entero. O sea es como si hubiera ya una tradición de lo que pasa ahora en todo el mundo, que en Brasil es ya una tradición centenaria. Creo ver entonces una gran energía, una gran predisposición y actitud positiva hacia el lenguaje artístico contemporáneo, y eso se aprecia en la producción más joven y en su enorme energía. Creo que puedo generalizar esa observación hacia toda Latinoamérica.
El arte visual latinoamericano
ResponderEliminarLa vida urbana, la memoria, la identidad y la denuncia surcan las imágenes de una ambiciosa muestra fotográfica en la Fundación Cartier de París
18 de diciembre de 2013 en este blog