miércoles, 16 de noviembre de 2016

Victor Hugo - Los pasajes de la historia

1 comentario:

  1. Cuando ‘Los miserables’ fue publicada, el escritor se encontraba de vacaciones. Al no tener noticias de cómo estaba funcionando, Víctor telegrafió a su editor para preguntar cómo iba el libro, con un mensaje muy escueto: “?”. La respuesta del editor fue: “!”
    Se cuenta que, en una visita a la catedral de Notre Dame de París, Hugo encuentra en una pared de una escalera una inscripción que reza “¡Fatalidad!“. Este hallazgo inspira su espíritu romántico para escribir ‘Nuestra Señora de París’.
    ‘Nuestra Señora de París’ es una historia plenamente romántica cuyo final no tiene nada que ver con la edulcorada versión de Disney. [Cuidado, desvelamos el final de la novela a continuación] A pesar de que en la película Quasimodo no se queda con la chica, al menos Esmeralda no termina muriendo, Frolo arrojado desde lo alto de la catedral y Quasimodo suicidándose, como ocurre en la novela.
    Hugo fue un autor muy prolífico con una férrea autodisciplina a la hora de escribir: llegaba a levantarse a las 3 de la madrugada en verano y a las 5 en invierno, y a veces lo hacía incluso de pie. Llegó a escribir 18.000 páginas sólo con sus novelas y en conjunto su obra cuenta con casi cuarenta millones de caracteres escritos.
    La adaptación al cine de su novela ‘El hombre que ríe’ en 1928, especialmente el papel interpretado por Conrad Veidt (el protagonista de ‘El gabinete del doctor Caligari’), inspiró el aspecto del Joker, el villano por excelencia de Batman. En la novela de Hugo, el título se refiere a un personaje al que han desfigurado la cara y que parece que siempre sonríe cuando es que no puede cerrar la boca.
    Durante toda su vida fue un ferviente luchador contra la pena de muerte. Así lo atestigua su obra ‘El último día de un condenado’ (1829), que, en general, no fue bien comprendida por sus coetáneos. Ese afán tuvo su origen en la niñez del autor, en el horror impregnado en la retina al ver a un reo al que iban a dar garrote vil.
    A su muerte dejó como legado 50.000 francos para los pobres. Antes de ser enterrado en el Panteón de París, su ataúd permaneció varios días bajo el Arco del Triunfo, donde se dice que fue visitado por unos dos millones de personas
    www.papelenblanco.com

    ResponderEliminar