miércoles, 22 de febrero de 2017

Conversación con Jorge Macchi

Escalera al cielo-Martín Creed

4 comentarios:

  1. Martha26 de abril de 2016, 12:18
    Borges en "El tiempo y J.W.Dunne"habla de varios tiempos.Un tiempo determinado,que tiene todos los movimientos.Este tiempo se traslada a un tiempo segundo,y éste,a un tiempo tercero,hasta el infinito.
    "No pretendo saber qué cosa es el tiempo(ni siquiera si es una "cosa")pero adivino que el curso del tiempo y el tiempo son un solo misterio y no dos."Fuente:Borovich,B."Los tiempos de Borges".

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    Martha26 de abril de 2016, 12:18
    Borges en "El tiempo y J.W.Dunne"habla de varios tiempos.Un tiempo determinado,que tiene todos los movimientos.Este tiempo se traslada a un tiempo segundo,y éste,a un tiempo tercero,hasta el infinito.
    "No pretendo saber qué cosa es el tiempo(ni siquiera si es una "cosa")pero adivino que el curso del tiempo y el tiempo son un solo misterio y no dos."Fuente:Borovich,B."Los tiempos de Borges".En este blog, en las fechas indicadas

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  2. Como dijo Schopenhauer, la música no es algo que se agrega al mundo‑ la música ya es un mundo. En ese mundo, sin embargo, tendríamos siempre el tiempo. Porque el tiempo es la sucesión. Si yo me imagino a mí mismo, si cada uno de ustedes se imagina a sí mismo en una habitación oscura, desaparece el mundo visible, desaparece de su cuerpo. ¡Cuán­tas veces nos sentimos inconscientes de nuestro cuerpo ... ! Por ejemplo, yo ahora, sólo en este momento en que toco la mesa con la mano, tengo conciencia de la mano y de la me­sa. Pero algo sucede. ¿Qué sucede? Pueden ser percepciones, pueden ser sensaciones o pueden ser simplemente memorias o imaginaciones. Pero siempre ocurre algo. Y aquí recuerdo uno de los hermosos versos de Tennyson, uno de los pri­meros versos que escribió: Time is flowing in the middle of the night (Eltiempo que fluye a medianoche). Es una idea muy poética esa de que todo el mundo duerme, pero mientras tanto el silencioso río del tiempo ‑esa metáfora es inevitable‑ está fluyendo en los campos, por los sótanos, en el espacio, está fluyendo entre los astros.
    Es decir, el tiempo es un problema esencial. Quiero decir que no podemos prescindir del tiempo. Nuestra conciencia está continuamente pasando de un estado a otro, y ése es el tiempo: la sucesión. Creo que Henri Bergson dijo que el tiempo era el problema capital de la metafísica. Si se hubiera resuelto ese problema, se habría resuelto todo. Felizmente, yo creo que no hay ningún peligro en que se resuelva; es decir, seguiremos siempre ansiosos. Siempre Podremos decir, como San Agustín ¿Qué es el tiempo? Si no me lo preguntan, lo sé. Si me lo preguntan, lo ignoro.

    No sé si al cabo de veinte o treinta siglos de meditación hemos avanzado mucho en el problema del tiempo. Yo diría que siempre sentimos esa antigua perplejidad, esa que sintió mortalmente Heráclito en aquel ejemplo al que vuelvo siempre: nadie baja dos veces al mismo río. ¿Por qué nadie baja dos veces al mismo río? En primer término, porque las aguas del río fluyen. En segundo término ‑esto es algo que ya nos toca metafísicamente, que nos da como un principio de horror sagrado‑, porque nosotros mismos somos también un ríoo, nosotros también somos fluctuantes. El problema del tiempo es ése.Jorge Luis Borges, en este blog, el 8 de junio de 2011

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  3. Ahora que estamos hablando del tiempo, vamos a tomar un ejemplo aparentemente sencillo, el de las paradojas de Zenón. El las aplica al espacio, pero nosotros las aplicamos al tiempo. Vamos a tomar la más sencilla de todas; la paradoja o la aporía del móvil. El móvil está situado en una punta de la mesa, y tiene que llegar a la otra punta. Primero tiene que llegar a la mitad, pero antes tiene que cruzar por la mitad de la mitad, luego por la mitad de la mitad de la mitad, y así infinitamente. El móvil nunca llega de un extremo de la mesa al otro. 0, si no, podemos buscar un ejemplo de la geometría. Se imagina un punto. Se supone que el punto no ocupa extensión alguna. Si tomamos luego una sucesión infinita de puntos, tendremos la línea. Y luego, tomando un número infinito de líneas, la superficie. Y un número infinito de superficies, tenemos el volumen. Pero yo no sé hasta dónde podemos entender esto, porque si el punto no es espacial, no se sabe de qué modo una suma, aunque sea infinita, de puntos inextensos, puede darnos una línea que es extensa. Al decir una línea, no pienso en una línea que va desde este punto de la tierra a la luna. Pienso, por ejemplo, en esta línea: la mesa, que estoy tocando. También consta de un número infinito de puntos. Y para todo eso se ha creído encontrar una solución.
    Bertrand Russell lo explica así: hay números finitos (la serie natural de los números 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10 y así infinitamente). Pero luego consideramos otra serie, y esa otra serie tendrá exactamente la mitad de la extensión de la primera. Está hecha de todos los números pares. Así, al 1 corresponde el 2, al 2 corresponde el 4, al 3 corresponde el 6... Y luego tomemos otra serie. Vamos a elegir una cifra cualquiera. Por ejemplo, 365. Al 1 corresponde el 365, al 2 corresponde el 365 multiplicado por sí mismo, al 3 corresponde el 365 multiplicado a la tercera potencia. Tenemos así varias series de números que son todos infinitos. Es decir, en los números transfinitos las partes no son menos numerosas que el todo. Creo que esto ha sido aceptado por los matemáticos. Pero no sé hasta dónde nuestra imaginación puede aceptarlo.

    Vamos a tomar el momento presente. ¿Qué es el momento presente? El momento presente es el momento que consta un poco de pasado y un poco de porvenir. El presente en sí es como el punto finito de la geometría. El presente en sí no existe. No es un dato inmediato de nuestra conciencia. Pues bien; tenemos el presente, y vemos que el presente está gradualmente volviéndose pasado, volviéndose futuro. Hay dos teorías del tiempo. Una de ellas, que es la que corresponde, creo, a casi todos nosotros, ve el tiempo como un río. Un río fluye desde el principio, desde el inconcebible principio, y ha llegado a nosotros. Luego tenemos la otra, la del metafísico James Bradley, inglés. Bradley dice que ocurre lo contrario: que el tiempo fluye desde el porvenir hacia el presente. Que aquel momento en el cual el futuro se vuelve pasado, es el momento que llamamos presente.8 de junio de 2911, en este blog

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  4. "Escalera al cielo",obra de Martín Creed el camino existe porque me puse a caminar por las artísticas escaleras de mármol de variados colores,como por un desfiladero,diseñadas por mi causa,se producen en la intersección entre arte y vida.Seguimos caminando,pero una piedra de Zenón está siempre en el medio del camino,y nos separará del punto de llegada por una mitad inextinguible,podrá volverse imperceptible,aún así,nos impedirá llegar a la meta,ésta se va corriendo,dado que iniciamos la marcha ya con una pérdida en el inicio,como en la apuesta de Pascal que contiene en su inicio algo que se refiere a lo Real absoluto.Caminar entre lo impotencia y la imposibilidad.

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    Martha9 de agosto de 2011, 8:26
    http://www.youtube.com/watch?v=aO5W4yQR3A0
    Es el link al que puedes llegar ,donde se desarrolla un diálogo sobre esta apuesta de Pascal,realizada poco antes de su muerte en 1662.Es una apuesta matemática de una elección realizada bajo incertidumbre acerca de la creencia en Dios.Pascal desarrolla la primera máquina calculadora demostrando que es más rentable creer que no creer,basado en que es una cuestión de azar.

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    Martha9 de agosto de 2011, 8:51
    http://www.youtube.com/watch?v=OyqZlwJpM2c
    Es un video muy interesante sobre Zenón,Aquiles y la tortuga.Tiene que ver con el movimiento y el cambio.Por el análisis infinitesimal quedaría rebatida esta paradoja,ya que en la época que Zenón las formuló no se conocía el concepto de infinito.Y, además Zenón las formula en apoyo a las teorías de Parménides.
    Relacioné la obra de este artista con el único escalón que menciona Jorge Macchi


    En este blog, el 3 de agosto de 2011, es un artículo de Jonathan Jones-www.theguardian.com

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