martes, 7 de febrero de 2017

JUAN JOSÉ CAMBRE, BUENOS AIRES, 1948

Comentario sobreAutorretato de Jack Kerouac

Juan José Cambre se recibió de arquitecto en la Universidad de Buenos Aires en 1974. Estudió pintura en el taller de Luis Felipe Noé entre 1972 y 1974. En 1976 realizó su primera exposición individual en la galería Lirolay y participó en una muestra en la galería Artemúltiple. Su producción temprana se basaba en fotografías familiares o de diarios y revistas, que trasladaba a sus pinturas transformando a los retratados en apariciones fantasmales. El aspecto expresionista de aquellas pseudo-copias era en realidad el resultado de un proceso de traspaso de las figuras mediante una cuadrícula sobre la tela. La retícula ayudaba a estructurar la composición de una imagen inestable en su configuración, donde emergían siluetas de cuerpos en un magma de color, apenas restos de las figuras originales. Cuando en 1984 pintó su Autorretrato de Jack Kerouac, Cambre ya se había liberado de la cuadrícula y había asumido la pulsión del gesto sin restricciones. El cuadro fue motivado por la invitación a participar de la Bienal de México cuyo tema convocante era, precisamente, el autorretrato. El artista se encontraba leyendo fervorosamente al escritor beatnik y como si su espíritu lo hubiese poseído pintó el cuadro de autorreferencialidad apócrifa. Los vínculos con la literatura son frecuentes en la obra de Cambre, amigo del poeta Arturo Carrera (1). Otros títulos de sus pinturas también traslucen sus intereses literarios (T.S. Eliot y yo, 1982; Franz y Ottla Kafka como si fuéramos nosotros, 1987) o semejan versos de poemas (En vano espero la palabra escrita, 1987). Autorretrato... fue realizada con Loxon, una pintura industrial muy difundida entre los artistas jóvenes de los 80 porque su poder cubritivo y bajo costo en relación con los materiales más nobles les permitía expandir sus formatos, experimentar la expresividad sobre grandes superficies y canalizar la efervescencia de aquellos años de la posdictadura. La pintura de Cambre había adquirido la velocidad propia de ese tiempo vertiginoso. La gestualidad en su producción de aquella época prima en la composición de esta gran cabeza, fruto del frenesí de brochazos que arrastran y “ensucian” los tintes y chorreaduras aún menos controladas que interceptan los muchos matices de este singular cuadro monocromático. Cambre integró las exposiciones de La Nueva Imagen organizadas por Glusberg desde 1982. Las mismas reunían a pintores de diferentes generaciones y muy diversas poéticas en nombre del regreso al goce de la pintura en sincronía con el mundo. Una construcción discursiva deudora menos de su homónima norteamericana que de la concepción de la Transvanguardia italiana promovida por el crítico Achille Bonito Oliva. La obra del MNBA formó parte de La Nueva Imagen argentina curada por Glusberg para la Bienal de San Pablo de 1985 que, junto con otra muestra dedicada a la Nueva Figuración, se sumó al envío oficial de la Argentina, representada entonces por Alejandro Puente. En aquella versión de La Nueva Imagen participaron también Ana Eckell, Fernando Fazzolari, Guillermo Kuitca, Alfredo Prior, Armando Rearte, Juan Pablo Renzi y Pablo Suárez. La curadora general de la Bienal, Sheila Leirner, diseñó un espacio peculiar, llamado la Gran tela, para exhibir las obras de los artistas contemporáneos. Se trataba de un sector de largos paneles donde las pinturas se exhibían todas juntas, muy próximas una a otra, sin identificación de autoría, como formando una sola y vasta obra, apoteosis de la pretendida universalización del neoexpresionismo en los 80. La misma provocó varios debates. Glusberg se opuso a la propuesta y finalmente las obras de los argentinos fueron montadas juntas pero separadas del resto en el extremo de uno de los corredores de la Gran tela; allí podía verse el Autorretrato de Jack KerouacEn cada sueño habita una pena de Alfredo Prior (inv. 9334) y La terraza de Pablo Suárez (inv. 9372).Viviana Usubiaga
www.bellasartes.gob.ar

4 comentarios:

  1. Tom Drahos es un artista visual: cineasta y fotógrafo, checo (nacido en 1947, vive y trabaja en París desde 1968) que, fascinado por la imagen fotográfica "en todas sus formas", implementa una creación en constante evolución que se basa en las múltiples oportunidades del medio fotográfico.

    cadadiaunfotografo.com

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  2. Habiendo comenzado con la fotografía y el cine, siempre he tenido la impresión de tener la necesidad de explorar todos los medios posibles. Por ejemplo, si quiero expresar el movimiento. el cine o la danza son perfectos, si quiero expresar ideas la literatura es mejor, si quiero expresar el espacio la escultura es mucho más adecuada que la literatura, pero el arte contemporáneo no produce esto hoy en día, más bien trabaja sobre conceptos que siguen siendo muy simples la mayor parte de las veces. Desde este punto de vista, siento una gran frustración en las artes plásticas. Por ello, con el multimedia, por fin tengo la oportunidad de trabajar en obras que realmente me encajan y en las que puedo hacer de todo.









    Biografía


    Tom Drahos se diplomó en La Escuela de Artes Gráficas y luego en la Academia Nacional de Cine de Prague (FAMU). En 1968 decidió instalarse en Paris, donde siguió sus estudios en el IDHEC hasta 1972. Es uno de los fotógrafos más innovadores actuales. Con más de veinte años en la fotografía de una manera que puede parecer iconoclasta para algunos, es sin duda su trabajo una de las maneras más interesantes de cuestionar la fotografía y la imagen fotográfica. Desde su primera serie de reportaje de los Campos Elíseos (1966-1972) a las del Louvre (2003) el artista se pregunta que es la fotografía, no tanto como imagen sino como objeto y viceversa.


    Ha realizado numerosas series fotográficas, abordando temas sociales contemporáneos, como el aislamiento terapéutico del final de su vida útil (Exit, 2003), el start-system de la política (Jacky, Vladimir et Pop, 2004) o la guerra (Les conquérants, 2004).

    Desde sus primeros reportajes (París, Praga), pero más específicamente de su serie Métamorphoses (1980), hace violencia a la imagen fotográfica para introducir en ella el tiempo que expulsa cada instantánea. Así fabrica puestas en escena con papel kraft y figuras modeladas en barro rápidamente para hacer una fotografía que proyectará y volverá a fotografiar. Lo que veremos al final no es lo que ha sido fotografiado, sino sólo una imagen. Así puede jugar con la escala para atacar el sentido de que una fotografía sea verídica y recordar su vanidad.

    El fotógrafo continuó esta reflexión crítica sobre la duplicidad de la imagen fotográfica y su capacidad de recuerdo en su exposición Substance (1988), donde expuso fotografías trituradas, filtradas, quemadas ... en tubos de ensayo que encerraban el vector visible de lo imaginario o en frascos parecidos a los que guardan en formol elementos orgánicos. La fotografía toma entonces otra forma, ya no hay imagen sino sales de plata expuestas, teñidas, … .

    Drahos encuentra en la civilización materialista de los jainitas su filosofía, la energía almacenada en lo que occidente privilegia: la forma y su estabilidad, la forma y su nombre, la forma para el saber.

    Artista múltiple, Drahos también ha desarrollado un trabajo multimedia importante y publicado numerosos CD-ROM. Sus cédéroms son distribuidos en París en el Centre Georges Pompidou, Jeu de Paume, el Louvre, y en la Réunion des Musées Nationaux. Sus obras se exhiben en todo el mundo y han sido objeto de varios premios, como el Prix Arcimboldo 2003, por su libro Exit.

    cadadiaunfotografo.com

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  3. Barcelona 22 DIC 1986
    Achille Bonito Oliva, nacido hace 47 años en Salerno, es uno de los teóricos y críticos de arte más prestigiosos de Italia. Está considerado como "el padre de la transvanguardia", movimiento artístico que nació en Italia, pero que ha traspasado sus fronteras para convertirse en un modelo internacional. "La transvanguardia", afirma, "ha despertado el sistema del arte, ha despertado un mercado que, con el arte conceptual, estaba acabado". Achille Bonito puede vanagloriarse de que las obras de todos los pintores que integraron aquel primer núcleo transvanguardista, que él apadrinó y dotó de un cuerpo teórico, están hoy en el Museo de Arte Moderno de Nueva York

    El primer contacto entre el arte y Achille Bonito Oliva se produjo en el instante mismo en que éste abrió los ojos por primera vez y se encontró rodeado por la belleza de un hermoso palacio antiguo y por los cuadros de sus antepasados. Procede de una familia de la aristocracia terrateniente, por parte de padre, y de la burguesía agraria, por el lado materno, estirpes a las que unía un especial interés por el arte. Parece que no pudo escapar a su destino de crítico de arte y de profesor de Arte Contemporáneo, primero en la universidad de Salerno y actualmente en la de Roma. "Al principio", afirma, "me ocupé de la literatura, pero luego sentí el estímulo de la pintura contemporánea italiana". Desde entonces, "viajo mucho por el mundo, dando conferencias y llevando muestras de arte italiano, y también ocupo mi tiempo en escribir libros. Digamos que comencé como napolitano, después me convertí en italiano y, por último, en internacional". De este modo tan geográfico explica su trayectoria profesional. En Roma sigue viviendo rodeado de belleza, "en una calle hecha por Bramante, cerca del Vaticano, y en un palacio que fue de Rafael". A pesar de que ejerce como crítico de arte, cree que esta actividad es inútil. "La crítica es un lujo del arte, en el sentido de que éste es un producto solitario, fruto de la obsesión de un artista, pero no tiene un fin, un uso social". Tampoco la Universidad parece merecer mucha más consideración por su parte. "La Universidad en Italia no es muy seria", afirma. De la transvanguardia recuerda: "Fue una sociedad de irresponsabilidad ilimitada".Su temperamento napolitano y su sentido lúdico de la vida le han llevado a protagonizar algún que otro episodio extravagante y a granjearse entre la profesión una fama de provocador, que él insiste en no merecer en absoluto. Sin embargo, debe de ser el único crítico de arte del mundo que ha osado retratarse desnudo, imitando la pose de la duquesa de Alba de Goya. La foto fue publicada por la revista Frigidaire, una especie de Víbora italiana, y causó bastante revuelo entre los colegas del crítico "Lo hice para jugar, porque la entrevista era muy seria, y pensé que la foto podía resultar sincera". "El cuadro de Goya", añade con notable modestia, "es una obra de arte, y lo mío sólo consistió en facilitar una información al lector". Al margen de su afición a la pintura, Achille es un enamorado de Maradona. "Tenemos muchas cosas en común", puntualiza. "El mismo signo del zodiaco, -Escorpión- y el sentimiento individualista". Su político favorito es Bettino Craxi, "el único político en Italia que posee una fantasía única". También se divierte frecuentando las discotecas y los bares, y le apasiona escribir. "En definitiva, intento tener una vida total, orgánica", resume.

    * Este articulo apareció en la edición impresa del Lunes, 22 de diciembre de 1986

    elpais.com

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  4. Martha8 de septiembre de 2012, 10:13
    Durante los años 50 del siglo XX surgió un grupo de autores con una clara postura en contra de los valores mayoritarios de la cultura norteamericana. La Generación Beat se caracterizó por su desafío a la sexualidad establecida, el uso habitual de drogas y una gran influencia de otras culturas, sobre todo orientales.

    El nombre de Generación Beat es controvertido desde su nacimiento, pues no se pretendía que existiera una denominación genérica. Sin embargo, desde los medios de comunicación se acabó bautizando así al movimiento literario y, más adelante, se utilizaría Beatnick como término despectivo para sus integrantes.

    De entre todos los autores Beat, habría que destacar a Allen Ginsberg, Jack Kerouac y William S. Burroughs. La inclusión de Charles Bukowsky en la generación Beat no está demasiado clara, pese a las muchas similitudes de estilo y actitud.

    La obra clave en el movimiento Beat es En el camino, de Kerouac, aunque también el poemario Aullido, de Ginsberg, y El almuerzo desnudo, de Burroughs, han sido determinantes dentro de la obra común de esta generación.

    Su actitud contracultural y de experimentación en el uso de drogas acabó por ser adoptada a principios de los años sesenta y se considera a los beatnicks como precursores de lo que acabaría convirtiéndose en el movimiento hippie. No es de extrañar el vínculo existente en la ciudad de San Francisco, donde prácticamente todos los autores Beat se mudaron a mediados de los 50.

    La influencia Beat se dejó ver años después en la libertad sexual, la lucha contra la censura, la evolución del música pop y el rock, un aumento de la espiritualidad oriental y una actitud pacifista de la sociedad.
    En este blog-

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