martes, 14 de marzo de 2017

LA TAUROMAQUIA DE GOYA DESCUBIERTO EN LA BIBLIOTECA DUCAL DE FRANCIA

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Sotheby’s ofrecerá el conjunto completo de La Tauromaquia de Goya descubierto en la Biblioteca Ducal de Francia

13 Marzo2017 | Por  | Categoría: Mercado del ArteImprime esta noticia Imprime esta noticia
Los próximos días 21 y 22 de marzo de 2017, Sotheby’s expondrá en Madrid una obra maestra del grabado español recientemente descubierta en una biblioteca en Francia. La Tauromaquia, el conjunto completo de treinta y tres grabados de Goya que muestra la singular comprensión del artista sobre el arte de la tauromaquia, sale a la venta procedente de la colección de una familia ducal francesa, habiendo permanecido inalterado durante décadas en un libro mayor del siglo XIX. Con una estimación de £300.000-500.000 (€352.000-590.000), los grabados son ejemplares prácticamente impecables de la primera y única edición contemporánea que fue ejecutada por Goya a partir de grandes placas de cobre en 1815-1816. Fueron ubicados en la Corte de Madrid tras su publicación para ser trasladados en 1931 al Castillo de Montigny en Francia, donde permanecieron y prácticamente fueron olvidados por las generaciones posteriores a su propietario original. Estas obras excepcionales de un inspirado maestro grabador encabezarán las ventas de Prints & Multiples que se celebrarán en Londres el 4 de abril de 2017. La exposición en España (accesible con cita previa) tendrá lugar en las oficinas de Sotheby’s Madrid, ubicadas en la calle Alfonso XI.
Séverine Nackers, Head of Prints de Sotheby’s Europa, ha apuntado: “Encontrar un conjunto completo de grabados taurinos de Goya con una procedencia histórica es un descubrimiento que sucede una vez en la vida. Con La Tauromaquia, que actualmente tiene el récord en subasta para una serie de grabados de Goya, esperamos una muy buena respuesta de los coleccionistas”.
Los grabados fueron descubiertos por los últimos herederos cuando inspeccionaban la propiedad de la familia y sacaron un anodino gran volumen de la parte posterior de una estantería de la biblioteca, que contenía espléndidas encuadernaciones. En el primer registro del libro mayor del siglo XIX se encontraron 90 litografías que llevaban la firma H. Bellangé adherida en sus páginas, mostrando impresiones en colores vivos de militares franceses uniformados. Un vistazo más allá de las dos páginas en blanco que venían a continuación, en lo que parecía ser un volumen de copias impresas, reveló un descubrimiento sorprendente: otra serie de grabados, esta vez monocromáticos, con una cálida y oscura tinta sobre una fresca textura de papel hecho a mano. Debido a la calidad de los materiales, la frescura y a las perfectas condiciones de su técnica, fueron inmediatamente reconocibles como obras maestras de Goya. Estos grabados han permanecido intactos en el interior del álbum, ya que cada uno de ellos ha estado cuidadosamente colocado con toques de pegamento en las cuatro esquinas, proceso que parece haber sido llevado a cabo en la década de 1840, después de la muerte del propietario original en 1837. El libro mayor, con columnas impresas y títulos, fue quizás elegido por su formato, ya que entraban muy bien las láminas sin cortar.
El propietario original del lote La Tauromaquia de Goya, era Anne Adrien Pierre de Montmorency Laval (1768-1837), cuya herencia del título de marqués de Laval le llevó a formar parte de la Corte de Versalles. Aunque se unió a la armada francesa, emigró a Reino Unido durante la Revolución Francesa. En su vuelta al país galo tras 1800, adquirió relevancia social después de la muerte de Napoleón y el regreso de la monarquía borbónica. El reinado de Luis XVIII coincidió con la vuelta de Fernando VII a España: ambos Borbones fueron repuestos en el trono en mayo de 1814 y, en agosto, Anne Adrien, conocido como Príncipe de Montmorency Laval, fue nombrado embajador en la Corte de Madrid, lugar al que llegó en un momento en el que Goya estaba trabajando en sus pinturas El dos de mayo de 1808 en Madrid y El tres de mayo, que conmemoran la resistencia española ante la ocupación de las tropas napoleónicas. La situación se complicó cuando Napoleón se exilió a la Isla de Elba, pero el embajador decidió permanecer en Madrid durante este periodo y, en febrero de 1816, fue correspondido por Fernando VII con el título de Duque de San Fernando Luis con el rango de Grande de España y con la orden del Toisón de Oro.
Aunque libre de toda sospecha de colaboración con el régimen de Bonaparte, Goya abandonó toda esperanza de publicar sus grabados sobre los horrores vividos durante la guerra. A cambio, se enfrascó en la publicación de proyectos socialmente aceptables en los que ilustraba los orígenes, el desarrollo y situación actual del arte del toreo. El lote de 33 pinturas se puso a la venta en octubre y diciembre de 1816, cuando el embajador francés llevaba dos años residiendo en Madrid. El Duque de San Fernando Luis debió haber adquirido este lote o haberlo recibido como regalo de la corona. Permaneció en España hasta 1823 y, después, ocupó los cargos de embajador en Roma y Austria, y en la Corte de San Jaime en Londres. Su carrera acabó con la revolución de julio de 1830, al rechazar jurar lealtad a Luis Felipe de Orleans, nombrado rey de Francia. En 1831, adquirió el castillo de Montigny, donde mandó construir y ampliar las inmediaciones para poder exhibir y disfrutar las adquisiciones con las que se hizo a lo largo de su carrera diplomática. A su muerte en 1837, todas sus propiedades fueron heredadas por su hija y su yerno, Athanase de Lévis, marqués de Mirepoix, que asumió los títulos nobiliarios de la familia, incluyendo el de segundo Duque de San Fernando Luis. Su nombre y su dirección de París están inscritas en el registro, probablemente en relación con las estampas de Bellangé y los grabados de Goya ubicados en la librería de Montigny.
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    Una primera edición completa de los ochenta grabados que conforman «Los Caprichos» de Francisco de Goya ha sido subastada por 1.445.000 dólares (1.056.290 euros) en la venta monográfica que la sala Christie's de Nueva York dedicó al pintor español. Realizados entre 1797 y 1798, estos «Caprichos» del maestro aragonés partían con una estimación máxima de 600.000 dólares (438.600 euros) por parte de la casa de subastas, sacaba a la venta 34 lotes. El montante total ascendió a 3,8 millones de dólares (2,8 millones de euros).

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    www.abc.es

    En este blog, el 20 de septiembre de 2012 y el 28 de diciembre de 2012

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